¿Y si hablamos de relaciones?

Todo comenzó hace casi 4 años, cuando la relación de pareja se convertía en matrimonio o pareja de hecho, con un objetivo fundamental; trabajar y servir a la ciudadanía de Villena.
Hubo condiciones, pactos, prioridades y consensos, para que la relación fuera viable y estable durante los siguientes 4 años.
El paso del tiempo ha sido testigo de desacuerdos, disputas y también encuentros y puesta en común; todo ello salpicado por situaciones difíciles como una pandemia, la invasión de placas solares o los procedimientos de la administración.
Una relación de pareja es cosa de dos; contar con el otro es primordial antes de tomar cualquier decisión, estar en la foto de familia o poder dormir abrigado cuando hace frío sin que la otra parte estire de la manta para destaparte.
Las decisiones que se toman en pareja, consensuadas con la gente que te rodea, con tus vecinos y vecinas, tienen una mayor probabilidad de llegar a buen puerto.
La pareja hay que cuidarla día a día, en los pequeños detalles, con transparencia, con información, sin jugar a ponerse medallas, o a sumar “likes” en redes sociales.
Escuchar al otro, empatizar, acudir a terapia si es necesario, para fortalecer la relación, hasta el final. En unos meses habrá que pensar que tipo de relación queremos mantener, pareja tradicional, pareja abierta, estar solos,… siempre pensando en la familia, en los vecinos y vecinas de Villena.
Es mejor hablar de convivencia, cuidar los detalles, no dejar a nadie fuera, contar con la gente, que no escuchar la palabra divorcio, separación o ruptura de la convivencia.
Toda relación se construye desde la escucha y la comunicación, desde el respeto a la otra parte. Ahí estaremos nosotros y nosotras, construyendo ciudadanía, entre todos y todas, como siempre.