Villena invertirá unos 17.000 € en ampliar la red de sensores olfatométricos
- 23 septiembre, 2017
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El Ayuntamiento de Villena invertirá unos 17.000 euros en ampliar la red de sensores olfatométricos ubicada en la población, tal y como adelantó el concejal de Medio Ambiente, José Tomás Molina. En la actualidad están distribuidos en distintas zonas del término municipal cinco sensores y el objetivo es duplicar su número antes de que finalice el año, «para disponer de un mapa de afecciones más específico, encaminado a solucionar el problema de los malos olores que padece la población», explicó el edil.
La adquisición de sensores se suma al proyecto impulsado hace dos años por el equipo de gobierno de Los Verdes, «Diagnóstico de Olores», un estudio sobre impacto de los olores en la ciudad, para a detectar la procedencia de los malos olores que padece la población -no sólo de las dos plantas de residuos sino en todo el término municipal- y su relación con los ciclos climáticos anuales y en el que participa más de un centenar de voluntarios que alertan de la aparición de focos de mal olor en el municipio. José Tomás Molina señaló que los picos de mal olor se producen en Villena en otoño e invierno, a primeras horas de la mañana, cuando la presión térmica y la humedad son altas, y se incrementa si hay niebla.
El proyecto «Diagnóstico Colectivo de Impacto de Olores» se dio a conocer en la jornada inaugural de la IV Conferencia Internacional Gestión de Olores que se desarrolló en Valladolid el 20 y 21 de septiembre. El concejal de Medio Ambiente valoró la participación ciudadana en el proceso de detención de olores en Villena «que junto con los sensores ha permitido enviar datos objetivos a la Conselleria y la solicitud para la revisión de la licencia ambiental de las dos plantas de residuos ubicadas en el término municipal».
José Tomás Molina indicó que la principal conclusión del Congreso es la falta de normativa a nivel internacional que regule los impactos por olor debida que son de diversa naturaleza. Por otro lado, manifestó que el reto que se plantea es mejorar los sistemas de valoración de los malos olores que padece la población en determinadas ocasiones.