Villena aprobará el Estudio Paisaje tras ocho años de trabajo

El edil de Medio Ambiente de Villena, Paco Iniesta, presentará al próximo pleno municipal para su aprobación el Estudio del Paisaje del término municipal, un proyecto que inició su recorrido en 2016 y que culmina con la aprobación y su envío a la Conselleria tras un proceso de actualización y evaluación técnica que se extendió por más de un año y medio.

El documento clasifica el término municipal en 21 unidades de paisaje, entre las que destacan el núcleo urbano, la huerta, las lagunas de Saleros, Moratilla y Alhorines. Cada ficha incluye una descripción general, usos actuales, figuras de protección y conflictos paisajísticos, complementados con planos, dibujos y fotografías. De las 21 unidades, 13 de ellas están catalogadas de alto valor paisajístico.

Las trece unidades con valor ‘alto’ o ‘muy alto’ son Laguna-Saleros, Huerta, Sierra de la Villa, Peñarrubia, Cabezos-Colonia de Santa Eulalia, Sierra Cabrera, Sierra Salinas, El Puerto- Hondo de Carboneras, Sierra de Castellar, Sierra Lácera, La Encina, Valle de Alhorines y Sierra del Morrón.

El estudio tiene sus orígenes en 2015, cuando se contrató la elaboración del documento mediante un proceso participativo desarrollado en 2016. Durante ese año, se llevaron a cabo talleres, charlas y encuentros abiertos con asociaciones vecinales, partidos políticos y ciudadanía, logrando una visión colectiva del paisaje.

En 2017 se elaboró el primer documento, pero su aprobación quedó paralizada debido a la falta de un instrumento de planeamiento como el PGOU. Con el cambio normativo autonómico en 2021, que permite aprobar estos estudios de forma independiente, se contrató su actualización en 2022.

La versión actualizada incorpora una valoración paisajística y visual, clasificando las áreas en niveles de valor y fragilidad: muy alto, alto, medio y bajo. De las 21 unidades de paisaje, 13 tienen un valor alto o muy alto, lo que refuerza los objetivos de calidad paisajística. Entre ellos, destaca la necesidad de:

• Integrar edificaciones en el entorno.
• Conservar caminos, senderos y el parcelario agrícola.
• Compatibilizar infraestructuras como plantas fotovoltaicas con el mantenimiento del paisaje agrícola, como los cultivos de olivos.

Aunque el documento es de carácter consultivo y no normativo, será una herramienta esencial para el desarrollo del nuevo PGOU y para agilizar informes relacionados con la instalación de infraestructuras energéticas, como las plantas fotovoltaicas. Iniesta explicó que este documento no determina qué usos se puede dar a cada unidad, puesto que es el Plan General quien lo determina, pero sí condiciona la implantación de actividades como pueden ser nuevas industrias, plantas fotovoltaicas u otras instalaciones, y establece directrices y medidas correctoras para minimizar el impacto en estas áreas del término municipal.

Paco Iniesta destacó que el trabajo del estudio ha permitido dotar a Villena de una visión actualizada de su paisaje, identificando tanto su valor ambiental como las actividades compatibles en cada área.