Una estrella para un cole, Lucanor

No hace mucho , y creo que lo he hecho en más de una ocasión, les hablaba de un cole de Villena que anda viejuno y deteriorado a la espera de que los organismos autonómicos y municipales se decidan a hacerle algo más que una mera limpieza de cara.

Luego,  además de las obras que nunca llegaban por los trámites burocráticos, necesarios pero complejos y fuera de toda lógica, aparecían  sobre el propio terreno del cole unas montañas arenosas que hacían que aquello, más que un patio de cole pareciera o pareciese un circuito de multiaventura. Alguna intencionalidad tendrían pero hasta que los papis no pusimos el grito en el cielo ante tanto despropósito, nadie nos había hablado de la Rambla del Conejo, del ajardinamiento proyectado, de tantas cosas que no sabíamos…

Después, como dicen que a perro flaco todo son pulgas,  la rama de un árbol cae justo el día de la convivencia del cole, sin más consecuencias en ese momento que el acordonamiento de la zona. La rama, el  viento que impidió que disfrutáramos de la diversión con los hinchables… parecía que nuestro día de convivencia se nos apagaba con tanta ingrata sorpresa. Después de tanto esfuerzo, después de tanta ilusión.

Pero llegó el circuito HOLI organizado por el AMPA y todo y todos nos llenamos de color: azul, morado, verde, fucsia. Colores y risas, carcajadas de diversión y felicidad.

Y el milagro parecía obrarse. A lo mejor,  tal algarabía de colores hizo que los astros, los  espíritus, los ancestros, el influjo de la luna, o vete tú a saber qué,  despertaran del letargo a las autoridades y por fin, nos dieran un respiro y una buena dosis de optimismo. Licitación de las obras, primer paso para un proceso que se prevé largo pero más cercano ya. Y  el gobierno municipal nos anuncia también el plan de conservación y mantenimiento de nuestras instalaciones y arbolado. Y hasta que se nos concede un auxiliar de conversación para inglés. Maravilloso, genial. ¿Será verdad que avanzamos?

Fin de curso, fiesta del agua, graduaciones y los ánimos por las nubes. Nos parece que estamos en el mejor cole del mundo, el que se lo merece todo porque aquí los  profesores y alumnos hacen un esfuerzo doble, el académico y el de suplir la falta de infraestructuras como pueden, con mucho esfuerzo y buena dosis de imaginación.

Y se cierra una etapa. Carlos, el director, nos recuerda que cerramos una etapa. Lo anuncia en un video “casual” que nos deja la lágrima ahí, gotita, gotita. Le llueven en las redes y en persona los abrazos, las enhorabuenas y los mejores deseos para su inminente paternidad y esa nueva etapa que comienza para él y para el cole. Y Carlitos, el portero, el maestro, el inquieto…nos hacer el mejor regalo que se le puede hacer a un cole como el nuestro. 

Para que la buena estrella no nos abandone, nuestro colegio ahora tiene eso, una ESTRELLA, LLAMADA LUCANOR, en honor a nuestro PRÍNCIPE DON JUAN MANUEL, el que da nombre al que posiblemente sea el MEJOR COLE DEL MUNDO.