Un hombre deja dos tigres en su herencia
- 19 octubre, 2021
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El pasado agosto, la fundación de protección de mamíferos exóticos, AAP Primadomus, recibía una llamada de un bufete de abogados con la petición de cesión de dos tigres. “Aproximadamente en 2014 nuestro cliente, fallecido, adquirió una finca donde se encontraban una serie de animales, entre ellos dos tigres… todos estos años les ha prodigado todo tipo de cuidados… El problema llega ahora, ya que los herederos ven que a medio plazo va a ser imposible hacerse cargo de ellos…” Relataban desde el bufete de abogados en su petición.
Ambos tigres, nacidos en 2003, eran ya ancianos con 18 años de edad y tras haber pasado por varios dueños en España, desde el 2010 se alojaban en lo que fue su último hogar, una finca de Albacete. El macho tristemente murió poco después de la petición de cesión y la hembra lo hizo el 16 de septiembre, cuando finalmente era transportada al centro de rescate.
“Es muy triste no poder haberles dado sus últimos años de retiro en nuestro centro. Teníamos todo preparado para ellos. Fuimos a recoger a la hembra y, aunque estaba delgada y con síntomas propios de su edad, teníamos esperanzas. Los herederos también estaban contentos de la oportunidad de darles una mejor vida, quizá con un nuevo compañero. La tigresa desgraciadamente murió durante el viaje. La necropsia realizada para determinar las causas mostraba una grave insuficiencia renal y anemia, que pudieron complicar la sedación.” Nos cuenta Berta Alzaga, bióloga y portavoz de AAP, quien asistió al rescate. “Esto pone de relieve la dificultad de mantener a estos animales en condiciones adecuadas por parte de particulares: hace falta recursos, conocimientos y cuidados especializados difícilmente proporcionables fuera de una institución especializada.” Continua.
Foto de tigresa sedada siendo transportada al vehiculo para iniciar el viaje hacia AAP
El destino de estos tigres era disfrutar de sus últimos años en el centro de rescate AAP Primadomus, junto a otros 109 mamíferos exóticos incautados o cedidos que residen en esta fundación (87 primates y 22 grandes felinos). Dispondrían de espacio exterior, enriquecimiento diario para estimular sus sentidos y mantenerlos activos, la posibilidad de convivir de nuevo con un compañero de su misma especie e incluso una piscina privada…pero… ¿Es en cautividad realmente como debería vivir un tigre?
Desgraciadamente no, pero para este tipo de animales ya no existe otra alternativa.
El tigre es un animal en peligro de extinción, es una especie clasificada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como “amenazada”, y listada en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que le otorga el mayor nivel de protección posible en el comercio internacional. Sin embargo, no excluye el comercio de ejemplares procedentes de la cría en cautividad. La gran mayoría de los tigres en Europa no han sido capturados en estado salvaje, sino criados; en muchos casos, legalmente.
Para asombro de muchos, en la mayoría de CCAA en España todavía es posible tener un tigre como “mascota”. Un núcleo zoológico, una licencia de tenencia de animal potencialmente peligroso y un seguro de responsabilidad a terceros es todo lo que piden las administraciones. Pero… ¿Qué hay de las condiciones de bienestar de estos animales? ¿Y de la salud pública? ¿Se exige alguna seguridad mínima como altura, pastor eléctrico, etc. en el vallado? ¿Se exige un espacio mínimo donde estos animales pueden desarrollar sus comportamientos propios, condiciones higiénico-sanitarias mínimas o chequeos regulares de salud para asegurar que estos animales no son vectores de contagio de enfermedades? La respuesta es NO.
Las comunidades de Madrid, Andalucía, Navarra y Región de Murcia son las únicas que prohíben, explícitamente, la tenencia privada de ciertos animales por su peligrosidad potencial. En el caso de los mamíferos la prohibición incluye a todos los primates y en general a las especies silvestres que superen los 10kg de peso, o los 5kg para especies carnívoras, con el objetivo de hacer frente al latente “vacío legal existente” y en beneficio de la seguridad de la población.
Muchas son las asociaciones de protección animal y científicos que demandan urgentemente un cambio en la legislación a nivel estatal ya que existen razones irrefutables por las que un tigre, un león, un cocodrilo o un primate (por poner algunos ejemplos) no deberían ser considerados aptos para la tenencia privada. Entre las principales preocupaciones se encuentran el bienestar animal, la conservación de la biodiversidad, la salud y la seguridad públicas. Los lindos cachorros se vuelven muy rápidamente adultos territoriales y difíciles de manejar que pueden infligir daños graves. Los mamíferos exóticos también pueden ser un vector de enfermedades potencialmente mortales como la rabia, la tuberculosis, el herpes B y el actual COVID19, entre otros.
Los casos de la supuesta pantera avistada en Granada, el reciente canguro deambulando en las calles de Murcia, el caimán en Sax (Alicante) o el famoso hipotético cocodrilo del Duero fueron algunos hechos que hicieron saltar las alarmas de esta problemática.
La falta de legislación específica que regule y limite el comercio y tenencia de animales exóticos, o el hacerlo solo a través de listados negativos como el de especies invasoras, ha dado lugar a una situación alarmante. Para evitar que casos como estos sigan sacudiendo a la opinión pública, la Coalición para el Listado Positivo aboga por la introducción de un ‘Listado Positivo’ en España que recoja las especies de animales cuya tenencia se consideraría adecuada y segura, quedando prohibidas todas las demás. Se trata de una herramienta de carácter preventivo, en contraposición con la línea actual, basada en interminables “listados negativos” de difícil y costosa aplicación.
Marta Merchán, Directora de AAP Primadomus y Coordinadora de la Coalición para el Listado Positivo, formada por las organizaciones de protección animal ANDA, FAADA y AAP Primadomus, explica que “Actualmente en España, salvo en cuatro Comunidades Autónomas, es perfectamente legal tener animales salvajes- desde un cocodrilo hasta un elefante o un tigre- siempre que no estén incluidos en el Catálogo Español de Especies Invasoras o que hayan sido capturados del medio natural. Urge una legislación que delimite y defina claramente las especies susceptibles de comercio y tenencia como animales de compañía, y que todas las demás queden automáticamente prohibidas, para poner fin de una vez a los riesgos innecesarios que la situación actual supone para las personas, los animales y el medio ambiente.”