Trabajando para mejorar el bienestar del colectivo LGTBI
- 17 mayo, 2019
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Hasta hace unos años en Villena no se celebraba el Día del Orgullo. No existía ningún lugar donde acudir cuando una persona LGTB necesitaba ayuda y se miraban descaradamente a las parejas del mismo sexo que se cogían de la mano. Bueno, esto último sigue pasando. Sigo escuchando bujarra, maricón y demás lindeces tanto en las charlas que imparto como en comentarios por la calle. Y siguen existiendo adolescentes con miedo a decirle a sus padres quiénes son en realidad, por si les rechazan o algo peor. Aunque no lo podáis creer, sigue habiendo padres que echan a sus hijos de sus casas por ser LGTB y acaban viviendo en casa de algún familiar o amigo, o algo peor. Pero por lo que parece, para algunas personas que hayan cambios en esta cuestión es motivo de sorna.
En Villena, la situación del colectivo LGTB ha mejorado y mucho. Hace unos días un familiar visitó un instituto y pudo comprobar que los adolescentes LGTB ahora pueden ser visibles si lo desean. Antes o no se sabía o lo escondían, fueron sus palabras. Y me alegra sentirme parte, aunque pequeña, de ese cambio a mejor del colectivo LGTB. Pero aún falta mucho para que las personas comprendan que las sexualidades diversas existen y que deben ser respetadas de la misma manera que la heterosexualidad. Al fin y al cabo, somos personas que amamos y se nos debería permitir ser tal como somos, sin escondernos.
Lamentablemente, el acoso escolar se sigue estando en nuestras aulas y a veces se esconde para evitar escándalos mientras se deja al menor desvalido. También hay personas que piensan que la homosexualidad se puede curar, recomendando terapias de conversión calificadas como torturas, ya que la orientación sexual no se puede cambiar. Tenemos a menores que no pueden usar su aseo específico porque su sexo legal no coincide con su sexo sentido. Estos temas deberían ser tratados a todos los niveles, ya sean educativos, políticos o sociales, tanto nacional, autonómica como localmente pero, a veces, las buenas palabras e intenciones se quedan en papel mojado.
Tras varios años trabajando para mejorar el bienestar del colectivo LGTBI, me he encontrado con situaciones que quisiera denunciar. Se intenta dar la imagen de que se trabaja para mejorar la situación del colectivo LGTBI en Villena y, a veces, nuestros políticos lo que persiguen es aparecer en la foto, aparentar que están trabajando y conseguir votos, pero que todo siga igual. Durante los años que fui presidente de una asociación nacional de LGTBI no recibí ni una llamada del Ayuntamiento para interesarse por mis proyectos y recibir apoyo. Participamos en actos en el Parlamento de Canarias, tuvimos reuniones en el Congreso de los Diputados. Y mientras, en Villena, no existíamos. Me era más complicado dar una charla aquí que organizar un acto en el centro de Barcelona. Entiendo que uno no es profeta en su tierra, lo que no entiendo es que cuando la asociación cerró llegué a recibir insultos por parte de algún concejal por la oportunidad perdida.
En estos años solo se nos ha permitido participar en el mes del Orgullo para así colgar la bandera arcoíris en el Ayuntamiento. Nuestras propuestas han sido rechazadas porque solo se nos permitía trabajar en ese mes. Mientras, en el reconocido plan FID que menciona la concejala de Igualdad cada vez que puede, se dice que no es suficiente con celebrar los días reivindicativos, hay que trabajar por las personas. Sin embargo, siguen con ese vicio de pensar que sobra con salir en la foto. Hará unos tres años, otra concejala dijo en el Orgullo que “si el acto va a tardar mucho, nos hacemos la foto para demostrar que hemos estado y nos vamos ya”. Y se hizo la foto. Pensaba que lo había visto todo, pero un año más tarde se colgó la bandera arcoíris en el Ayuntamiento sin hablar con las personas LGTB. Se dieron cuenta tarde de que no habían organizado nada y colaron de urgencia un punto en el pleno cuando la bandera ya ondeaba. No fueron invitados ni concejales de otros partidos, ni personas LGTB. Un servidor, que es ingenuo, llamó a la concejala de Igualdad y, tras varias reuniones, organizó lo que pudo y, por no armar barullo, no salió a los medios. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo.
Me gustaría comentar cómo se organizó el último Orgullo en Villena. El año pasado, viendo que la Concejalía de Igualdad no hacía nada aunque en la moción indica que todos los años se debería celebrar el Orgullo, Ciudadanos Villena organizó la primera reunión con profesorado, asociaciones y partidos políticos. Una vez allí dijimos que no queríamos ser visibles, solo trabajar para el colectivo LGTB y, entre todos, se organizaron actividades interesantes ¿Qué hubiera pasado si no se hubiera celebrado la reunión? No hace falta pensar mucho para saber la respuesta. En un encuentro posterior planteé cómo trabajar para el colectivo LGTB y las palabras de alguien fueron “nene, ya me has colgado la bandera que es lo que quería. Habla con el siguiente concejal a ver qué te dice él”. También se dijo que no se podía dar las charlas de diversidad sexual en los institutos, pese a que la ley las contempla. Que no te vendan que en esta legislatura se ha trabajado por mejorar la situación de las personas LGTB. Ya no nos sobra con ver nuestra bandera en el Ayuntamiento una vez al año. Queremos ser parte de las políticas de esta ciudad. Ya no nos sirve con actividades organizadas por Generalitat o Diputación, que como son gratuitas y organizadas por terceros no dan problemas. Queremos políticas locales que nos tengan en cuenta.
Moisés Catalán Esteve