Sin actos de fiestas pero con ganas de celebración

La pandemia por la covid-19 ha dejado a Villena sin fiestas de Moros y Cristianos por segundo año consecutivo.

Las calles no se han engalanado, el mes de agosto se vivió sin el trasiego de presentaciones de cargos festeros y sin el ruido de golpeo del metal para ubicar las tribunas.

Ha llegado septiembre y la Banda Municipal de Villena ofreció, el pasado 3 de septiembre, un concierto sobre la historia del pasodoble. Un concierto que consiguió, incluso, hacer llorar al público, cuando sonó “La Entrada” de Quintín Esquembre. Mucho tiempo de emociones contenidas, de deseos frustrados, de pérdidas que afloraron con el pasodoble más emblemático de las fiestas de Moros y Cristianos.

El día 4 de septiembre se ha vivió como un día festivo. No se había organizado ningún acto pero los villeneros salieron a la calle. Numerosos grupos quedaron para comer y las terrazas estaban llenas. El bullicio se mantuvo hasta el toque de queda, cuando la ciudad volvió a quedar en silencio.

Hoy día 5 de septiembre las bandas de música no han inundado las calles con la alegría que anuncia el comienzo de la fiesta. Eso sí, a las 12 de la mañana un grupo de vecinos se han congregado en la plaza de Santiago para recordar que en un año normal comenzarían las fiestas con el pregón y con el deseo de que esta sea la última vez que se suspenden los actos festivos por la Covid-19.