Sensatez sobre el Cristo de la Sala

  • 11 agosto, 2015
  • Comentarios
Sensatez sobre el Cristo de la Sala

“La permanencia estable de un símbolo identitario de carácter religioso en las salas de plenos de las corporaciones locales carece de relación objetiva con la naturaleza específica de las actuaciones públicas que cobijan dichos recintos y pudiere, incluso, implicar la apariencia de conexión o de vinculación entre ambas categorías que es, precisamente, lo que el texto constitucional pretende evitar”.

Este párrafo con el que comienzo este artículo no lo ha escrito el alcalde de Biar. No lo ha escrito nadie del PSOE, ni de Compromís, ni de Esquerra Unida, ni de Podemos. No lo ha escrito ningún ateo, ni militante del laicismo. No lo ha escrito ninguna persona enemiga de la iglesia católica, ni de las tradiciones.

Este párrafo, está incluido dentro de una resolución que la Defensora del Pueblo, Soledad Berrecil emitía en el año 2014, ante un conflicto generado en el municipio de Parla por el traslado de la imagen de la Virgen de la Soledad de salón de plenos del ayuntamiento a otra dependencia del Ayuntamiento.

En las últimas semanas hemos leído, hablado y escuchado muchas cosas en relación al Cristo de la Sala, ubicado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, y la decisión del equipo de gobierno que encabezo de cerrar las ventanas que protegen dicha imagen, o que además no impide su visión, cuando se estén celebrando sesiones plenarias del consistorio. Personalmente me he encontrado de todo, desde personas que han coincidido con el proceder del ayuntamiento, a otras que creen que se debería haber ido más allá e incluso tapar la imagen, pasando por las que creen que las cosas deberían haber quedado como estaban.

De estas últimas, dos han sido las posiciones: una la de vecinos que, sin coincidir con la decisión tomada, la respetaban y comprendían, con coherencia y sentido común; y otra la de quienes se han mostrado abiertamente intolerantes y han atribuido a la decisión de cerrar las ventanas unas connotaciones que nada tienen que ver con la realidad.

Y en este sentido, he reconocer que la posición del Partido Popular de Biar expuesta en diferentes medios no me ha sorprendido. Me ha preocupado, pero no me ha sorprendido.

Me ha preocupado porque, en su defensa, lanzaban incongruencias que atribuían con falsedad a los integrantes del equipo de gobierno actitudes y posiciones personales que nada tienen que ver con la decisión tomada legítimamente por el equipo de gobierno, y lo más grave, utilizando la manipulación y la tergiversación. Algo que dice muy poco de quienes se siguen ofreciendo como representantes de los ciudadanos.

Partamos de la base que nadie cuestiona en Biar, yo el primero, la relevancia de la imagen como símbolo identitario de nuestro pueblo: forma parte de nuestras tradiciones y nos ha acompañado y acompañará durante siglos. Por eso, y contrariamente a lo que el PP pregona, el ayuntamiento continuará con la labor de proteger y mantener la imagen como parte de su rico patrimonio.  

Más, siendo cierto que se debe interpretar su presencia también como un elemento cultural, y no sólo como un elemento religioso, lo cierto y verdad es que no por ello deja de perder su principal componente, como es el relacionado con la fe cristiana: ni más ni menos que el principal símbolo de la iglesia católica. Esto es así y decir lo contrario es un intento burdo de manipular la realidad.

Es más, me sorprende mucho el escrito publicado por el PP de Biar en la redes sociales, cuya falta de coherencia parece fruto de la urgencia por atacar al equipo de gobierno, en el que afirman (cito textualmente) que “su papel no es otro que de formar parte del rico patrimonio artístico que engalana nuestra sala de plenos”. Produce perplejidad que se utilice desde este grupo político un argumento tan pobre intelectualmente y tan degradante para la propia imagen del cristo y su significado pleno, que situarlo al mismo nivel que un cuadro, una escultura o cualquier elemento decorativo de los existentes en el salón de plenos.

Y por eso mismo, porque los integrantes del equipo de gobierno respetamos lo que representa, en todas y cada una de sus vertientes (por supuesto también la que, como decía la propia Defensora del Pueblo considera “que la neutralidad en materia religiosa es un presupuesto para la convivencia pacífica entre las distintas convicciones religiosas existentes en la sociedad plural y democrática”) se ha tomado la decisión que se ha tomado. Que no encierra y esconde nada. Que nos traslada ni trasladará la imagen a ningún otro lugar (algo que sí ocurrió en el caso de Parla).

Respetamos como los primeros su conservación. Respetamos su presencia. Respetamos la religión a la que representa y a las personas, muchas en Biar, que creen en la fe cristiana como forma de entender la vida. Unas creencias que se basan en el respeto al prójimo, en la diversidad de creencias y credos. Por eso no puedo compartir los comentarios del PP al respecto, porque son injustos y, lejos de lo que pregonan, incitan a la división  de un pueblo al utilizar argumentos falsos y degradantes.

“La Virgen de la Soledad, Patrona de Parla y Alcaldesa Honoraria con carácter perpetuo, presentaba un contenido inequívoco religioso, con independencia de constituir un símbolo cultural que comparte una gran mayoría de la sociedad de Parla”.

Esto no lo dice el actual alcalde de Biar, lo confirmó como Defensora del Pueblo, Dña. Soledad Becerril, en su Informe del año 2013. Por cierto Soledad Becerril, ha sido Ministra de Cultura con UCD, así como Alcaldesa de Sevilla y diputada nacional, entre otros cargos, con el Partido Popular.   

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *