Reflexiones de la asamblea verde sobre la llegada del AVE a Villena

Asistimos estos días a un exceso político y mediático al anunciar a “bombo y platillo” la llegada del AVE como si ésta fuera la solución a los problemas de la población. Sin embargo es importante profundizar en algunos aspectos:
1.El Tren de Alta Velocidad está ya en nuestro término. Saludamos sus oportunidades con independencia de todos los argumentos de precaución que siempre hemos planteado. Desde la responsabilidad manifiesta, trabajemos para potenciar las posibilidades económicas y turísticas que pueda traer a estas comarcas del sur. Un trabajo que ya está haciendo bien el equipo de gobierno junto a otras localidades vecinas. Pero, no hay duda de la desconexión de otro proyecto faraónico y despilfarrador más, con las necesidades reales y de movilidad de la gente en estos tiempos.
2.- Lo que hoy es manifiestamente cierto es que la posibilidad de coger el tren desde el centro urbano se ha perdido, que los precios han subido, que las frecuencias horarias están en entredicho. En estos días prácticamente las conexiones son las mismas. A partir de Julio comienzan a perderse trenes, en Agosto peor. Los regionales y media distancia corren peligro ya. Quienes aplauden a rabiar el AVE y critican la postura verde cuestionadora tendrán que explicar por qué ignoran esta falta consecuencia.
3.-Desde hace años l@s verdes nos posicionamos con claridad a favor de optimizar el ferrocarril convencional, como medio de transporte colectivo frente al abuso del vehículo privado. El tren clásico, es más eficiente a nivel energético, poco contaminante y vertebrador de todo el territorio nacional. Tanto de las grandes ciudades, como de las zonas rurales. Tanto para la población con mayores recursos económicos, como para las clases medias y bajas. Pero algunos políticos y otros grupos de presión, subidos a otro tren, el de la especulación y el desarrollismo, aprovechando la ingente cantidad de fondos estructurales europeos, se apuntan a la alta velocidad sin orden ni concierto, para alegría de las grandes constructoras.
4.- Cada Km AVE en esta nueva línea a costado cerca de 11 millones de euros. 10 veces más que el coste de reforzar la línea convencional y posibilitar un transporte de cercanías largamente reivindicado por nuestra ciudad y la comarca. A este coste elevado hay que añadir el impacto ambiental altísimo que la Alta velocidad supone por lo rectilíneo del trazado, los desmontes, viaductos… Una modernización de la red actual, hubiera sido menos costosa, más popular, y trenes que podrían alcanzar velocidades máximas de 200-240 km/h por las actuales vías, utilizando tecnología pendular como ya existe en la actualidad en nuestro país.
5.- El AVE comunica bien grandes ciudades, puede comunicar bien Villena, pero aísla a cientos de municipios, algunos importantes como el caso de Elda. El tren de Alta Velocidad en nuestras comarcas debe suponer una verdadera oportunidad de acercar personas, iniciativas, empresas… No debe suponer lo que ya está significando, cierre de estaciones, menor uso del ferrocarril.
6.- La Generalitat Valenciana ha incumplido su compromiso de realizar unos accesos desde la A31. El Ministerio de Fomento se ha conformado con un acceso provisional, quien ha perdido son las localidades cercanas, Villena incluida, y el conjunto de la población. Quienes son responsables de este problema se lavan las manos
7.- Desgraciadamente el tiempo nos da la razón, tanto en la falta de planeamiento de un buen mapa ferroviario, como la mala planificación local. El tren como servicio público, seguro, de calidad, cohesionador del territorio, para todos/as, cercano, sostenible, intermodal, … lo vamos perdiendo con el desmantelamiento de la red convencional, con el adormecimiento del soterramiento, con la falta de solución al transporte de mercancías y la posibilidad de que la barrera del tren para Villena se mantenga con el corredor mediterráneo. La llegada del AVE no debe significar esto.
Tanto desaguisado merece enmienda. El Partido Popular nos genera gastos y amenazas. Respondamos con trabajo en favor del transporte ferroviario. Pidamos el mantenimiento de la media distancia y de los cercanías. Evitemos que el corredor mediterráneo suponga una barrera definitiva en la ciudad.