Queremos ser Ciudad Amiga de la Infancia de UNICEF
- 29 mayo, 2021
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Eva María García, edil de Juventud e Infancia
Una sociedad cualquiera, un pueblo, estado, nación, cualquier ente colectivo se puede calificar de muchas maneras. Creo, modestamente, que uno de los parámetros que mejor mide la calidad de estos colectivos es cómo trata y cuida a su población infantil.
Una sociedad puede ser muy rica, muy próspera, con altos niveles de crecimiento de su PIB, con niveles de renta estratosféricos, pero no significará nada si sus niños y niñas no están protegidos y cuidados. Protegidos a nivel social significa que todos y cada uno de ellos dispondrán de los mismos derechos y oportunidades que cualquier otro, sin que se tenga en cuenta la renta, color, sexo o raza de ellos o de su entorno familiar. Este principio, también debe ser aplicado a nuestra ciudad. Nuestros niños y niñas son lo mejor que tenemos. Cuidarles, darles la mejor de las proyecciones para que puedan desarrollarse como personas libres, autónomas, comprometidas y vinculadas a la sociedad donde nace y crecen es una obligación de todos nosotros. En nuestro ámbito particular, como en lo colectivo y social. Y por eso, nuestro empeño por intentar que Villena tenga el reconocimiento como Ciudad Amiga de la Infancia de UNICEF. Pero no como mero título del que hacer gala, enorgullecerse y sacar pecho. No, eso sirve de poco. Sino como compromiso sincero de que toda la ciudad al completo se va a volcar con ellos, sean de donde sean y vivan en el barrio en el que vivan.
Si Villena logra ser nombrada en el segundo semestre de este año como Ciudad Amiga de la Infancia supondrá que hemos cumplido con la Convención sobre los Derechos del Niño, que somos capaces de escucharles, de preguntarles también como agentes activos de esta sociedad, con criterio y opinión. Que les podemos dar voz y participación en la definición de algunas de sus demandas que contribuyan a situarles en la sociedad de la que son parte. Sí, son niños y adolescentes, pero también ven, notan y saben qué cosas funcionan y cuáles no cuando les afecta directamente. Esa visión infantil nos puede permitir ir configurando, también a su medida, una ciudad más amable, más humana, más acogedora para los niños y niñas. Y cuando los hijos más pequeños de Villena están y son felices, el resto tenemos más motivos para serlo también.