¿Qué Villena queremos?

Esta es una pregunta que deberíamos hacernos antes de pensar en realizar alguna actuación, antes de implementar y tomar decisiones políticas que modifiquen o alteren nuestra ciudad, nuestro territorio, nuestra riqueza y la vida de nuestros vecinos.
Vivimos en un mundo donde parece que todo va demasiado rápido, donde las situaciones se presentan a una velocidad que en muchos momentos nos supera. Esta rapidez de la vida choca frontalmente con la lentitud, la burocracia y la pesadez que lleva la Administración en general y nuestro Ayuntamiento en particular.

Nos encontramos cada día con noticias y situaciones que provocan la improvisación, la toma acelerada y atolondrada de decisiones, sin el análisis previo, racional y consensuado que se necesitaría para tomar las decisiones apropiadas.
En la política muchas veces se escoge el camino equivocado por la falta de este análisis. Muchas veces se quieren resultados cortoplacistas, de mucha publicidad y propaganda, con enorme impacto en el momento pero que no es la mejor opción, pero aun así se toma esa decisión, y lo que es peor aun sabiendo que no es la mejor, lo cual tiene mucho más delito.
Se busca el rédito político inmediato, el que se note que durante su mandato el partido en el gobierno realiza su propuesta, parece que hay que dejar la huella del político del momento, aunque la decisión tomada o la política implementada a largo plazo no vaya a ser la mejor.

Esto está sucediendo muy claramente en nuestro Ayuntamiento. Durante los últimos años se han tomado decisiones precipitadas sin el análisis necesario. Por poner un ejemplo, se nos presenta el tema de las plantas fotovoltaicas y nos encontramos con infinidad de quejas, de desencuentros hasta entre el mismo equipo de gobierno. Es una cosa que se sabía pero que no estaba planificada con rigor previamente. El Plan General de Ordenación Urbana, tan nombrado, tan deseado, tan necesario y que podría haber planificado y ordenado este tema, como otros muchos, fue un compromiso del gobierno actual pero que no afronta su actualización con el rigor necesario porque no da un rédito y una publicidad inmediata. Igual pasa con el alcantarillado de nuestra ciudad, como no se ve parece que no importe mucho, y si no que se lo digan a los vecinos de la calle Ferriz y alrededores.

La futura y tan nombrada ronda suroeste se anuncia a bombo y platillo como la obra que provocará el resurgir de Villena del letargo en el que se encuentra, anunciando antes la instalación de un gran espacio comercial y de restauración y ocio, y olvidando si es la mejor opción y el mejor diseño y planificación posible.

Creemos que en esta como en tantas otras situaciones nuestro equipo de gobierno peca de precipitación y de poco análisis. Falta una previsión, un estudio y una planificación seria de la Villena que queremos, y con las últimas noticias conocidas nos tememos que la situación vaya cada vez a peor.