Pedro Conesa cumple cien años
- 2 enero, 2012
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Pedro Conesa Cascales, murciano de nacimiento pero villenero de corazón cumplió el pasado 1 de enero cien años en compañía de sus tres hijos, nueve nietos y cuatro bisnietos. Señala que el secreto de su longevidad radica en haber sido paciente, “la vida hay que tomarla con serenidad y asumir con paciencia lo que venga”.
Perico, como familiarmente le conocen, es una persona dinámica, alegre, que goza de una gran memoria y tal y como su familia comenta no renuncia a tomarse un vaso de vino todos los días del año. Por las mañanas sale a pasear, acompañado de su bastón, “antes llegaba hasta la sede de los pensionistas en el Teatro Chapí, ahora como está más lejos, hay días que me quedo en el paseo dando de comer a los pájaros”.
Nació en Nonduermas, un pueblo cerca de Murcia y a los diecisiete años se trasladó a Francia, a Frontignan a trabajar en el campo. Ha vivido las guerras del siglo XX e incluso participó en la contienda nacional. Ha trabajado en el campo, de albañil, de transportistas, “pero la mejor etapa de mi vida es la de jubilado, ya que es cuando más tranquilo estoy”, señaló entre risas.
En el año 1965 llegó a Villena como capataz de instalaciones fijas de ferrocarril, “porque en mi pueblo, mis hijos sólo podían aspirar a trabajar en el campo o a ser pastores. Pedí el traslado a Villena y aquí se he quedado”.
Indicó que su pasión ha sido conducir ya fueran coches, camiones o tractores, afición que ahora no puede desarrollar.
El 1 de enero de 2012, el día que cumplió cien años, el alcalde de la ciudad, Javier Esquembre, junto con el concejal de Servicios Sociales, Fulgencio Cerdán, se desplazaron para felicitarle e imponerle la insignia de oro de la ciudad.