A partir del 1 de diciembre, la cocina del Hospital de Elda en pleno funcionamiento
- 1 diciembre, 2017
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Una de las prioridades de la Consellería de Sanitat Universal i Salut Pública, dentro de las directrices que se han marcado para dignificar los servicios que se prestan en los centros hospitalarios es mejorar las condiciones de confortabilidad que rodean la atención sanitaria que se presta al paciente.
Una de los temas pendientes para el equipo directivo del Departamento de Salud de Elda, era abordar un cambio sustancial en la alimentación que se venía ofreciendo a las personas ingresadas en el Hospital General Universitario de Elda.
Los últimos datos que se desprenden de la encuesta de Satisfacción del paciente atendido en los centros sanitarios del sistema público de la Comunidad Valenciana, que se realiza por parte de la Consellería de Sanitat Universal y Salut Pública, indicaban claramente el requerimiento por parte de las personas que habían estado ingresadas en el Hospital General Universitario de Elda, de que era imprescindible modificar la alimentación ofrecida en el centro a los pacientes, pues más del 20% de los encuestados plantearon la necesidad de mejoras en la comida.
También hay que indicar que un porcentaje significativo de las reclamaciones que se presentan en el Servicio de Atención e Información al Paciente también obedece a la insatisfacción por la alimentación recibida.
Hace unas semanas se firmó el nuevo contrato adjudicado a la empresa Mediterránea, y tras unos días para poder acometer los cambios en las instalaciones y formalizar el cambio con los anteriores responsables del servicio, este viernes uno de diciembre y tras muchos años sin verse los fogones a pleno funcionamiento, se retoma la cocina con varios primeros platos lentejas estofadas, crema de calabacín, sopa y, para los más pequeños, potaje de garbanzos.
Los cambios que introduce la nueva adjudicataria son significativos, entre los que destaca una mejora del equilibrio dietético del menú, reorganizando la propuesta de menús para garantizar la distribución óptima de las diferentes raciones de alimentos recomendados, y mejoras de los perfiles nutricionales del menú, por ejemplo incorporando una pieza de fruta fresca diaria a media mañana de forma opcional, introduciendo el concepto de “desayuno y merienda saludable” que sustituye en varios días la opción de tostadas con mantequilla y mermelada por la de barrita de pan con tomate rallado y aceite de oliva o tostada con fiambre de pavo y sustituye la bollería industrial por bollería casera; se introduce pescado azul dos veces por semana, se incluyen frutas cítricas como opción de postres aquellos días que la dieta incluye alimentos ricos en hierro para facilitar su absorción; se va a disminuir el aporte de grasas añadidas a las mismas, entre otras modificaciones que se van a llevar a cabo.
Además también se plantean consideraciones especiales para otras dietas como las de pacientes oncológicos o de pediatría.