Paja y barro para construir un almacén agrícola

  • 21 agosto, 2013
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Paja y barro para construir un almacén agrícola

Veintiocho jóvenes están realizando un almacén para guardar los aperos de los usuarios del huerto urbano de Villena utilizando la técnica ancestral de construcción a través de balas de pajas, cañas, vigas de madera y barro.

Los constructores están participando en un programa europeo “Juventud en acción” que se está llevando a cabo en Villena a través de Jóvenes Verdes. Durantes dos días han sido aprendices de albañilería, ya que  reconocen que es la primera vez que con sus manos realizan un habitáculo. Sin embargo, no ha sido óbice para dar forma a una bioconstrucción que esperan que perdure en el tiempo como muestra de su paso por la ciudad. “Tienen poca experiencia pero mucha voluntad y ganas de trabajar, por lo que está quedando el almacén tal como lo habíamos planificado”, afirmó el concejal de Medio Ambiente, José Tomás Molina.

Durante dos días, con un calor sofocante y a pleno sol este grupo procedente de países como Islandia, Francia, Bélgica, componentes de Jóvenes Verdes  y estudiantes de Villena  a través de agua y tierra del huerto urbano han hecho barro para unir las ochenta alpacas de paja con las que han dado forma a las paredes. Asimismo, han cortando cañas de la acequia del Rey, para fijar la paja en las paredes y una mezcla a base de paja, barro y cal  servirá para enlucir el habitáculo de doce metros cuadrados y dos metros y medio de altura. 

El concejal de Medio Ambiente, José Tomás Molina indicó que los jóvenes voluntarios concluirán hoy miércoles la primera fase de este almacén ecológico, el único en Villena, y lo acabarán los usuarios del huerto urbano la próxima semana con la instalación de la techumbre a través de  vigas de madera y tejas.

Aunque parece un habitáculo frágil, el edil afirmó que “la edificación puede perdurar años en buenas condiciones y nuestra intención es construir otro almacén de similares características cuando se ponga en marcha el próximo huerto urbano”.

La bioconstrucción cierra las actividades que durante dos semanas el grupo de jóvenes han desarrollado en Villena, dentro de un programa europeo de voluntariado ambiental.

“Ha sido una experiencia que nos encantaría volver a repetir el próximo año”, comentó Conchi Beltrán, componente de Jóvenes Verdes y promotora de la iniciativa. El grupo de jóvenes con edades comprendidas entre los 17 y 28 años han aprendido la antigua técnica de construir con paja, además de conocer el patrimonio cultural y monumental de Villena, y los parajes naturales de la población como Sierra Salinas.

A todos ellos les gustaría volver otro año. De las experiencias vividas se quedan con las nuevas amistades y “con el carácter de los villeneros. La mayoría de los participantes extranjeros  destacan la amabilidad de los ciudadanos”, indicó Beltrán.

La gastronomía local- la gachamiga, los huevos fritos, la tortilla de patatas y la paella- ha sido otra de las experiencias que difícilmente olvidarán estos jóvenes cuando regresen a sus países de origen. 

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