Ofrenda participativa

De todos los premios que concedió la Junta Central por las ya pasadas, pero todavía cercanas, Fiestas 2024 a comparsas, escuadras, cabos, bandas de  música etc. me llamó la atención el que se otorga a la Ofrenda y que a su vez se desglosa en tres. 

Valor artístico, que premia la artesanía y/o   la monumentalidad de las obras ofrendadas. Valor útil, un criterio bastante difícil para decidir un premio, porque depende de qué se considere como útil y para quién resulte útil. Y por último, el Premio a la participación en la Ofrenda y que debe ser considerado un “premio menor” pues poco se ha hablado de él. 

No sé si este premio se ideó en un momento dado  para fomentar la participación en este desfile  “principal” que debió tener sus  horas bajas, porque la “madrugá” de la Cabalgata del día 6  y el sol de las 12 del mediodía del 7, ha tirado a mucha gente “patrás”  en la Ofrenda.

El caso es que, en esta edición de los premios JCF 2024 la comparsa premiada en esta modalidad fue la de   Marinos Corsarios, una de las llamadas “pequeñas”. Puede que en proporción al número de socios, fuera de las más participativas, pero sin duda y así espero que lo considerasen los miembros del Jurado, el premio no les fue otorgado únicamente por el número de personas sino por la calidad humana de todas ellas. 

Hace ya bastantes años que los Marinos Corsarios no participan con una ofrenda artística al uso, como aquellas monumentales maquetas de iglesias, edificios emblemáticos, mosaicos etc. Y sin embargo en cada entrevista a directivos o socios, ya sea en tele o en radio, se hace referencia a ellas, lo que sin duda demuestra que calaron en el tejido social y festero de entonces

Este año volvía a retomarse aquella tradición artística, pero con un sencillo mural representativo de la fachada del renovado Asilo de ancianos hecho con trocitos de goma eva. Pero lo valioso de este mural son las manos que han colaborado en su realización: las de los propios residentes del asilo, personas de ochenta y tantos años con quienes han colaborado socios de los Marinos Corsarios y familiares. Incluso algún artista local dio su toque profesional en el remate del mosaico cuidando hasta el último detalle. 

Me comentaba Marian, la responsable de este proyecto, que detrás de este pequeño mosaico “hay meses de trabajo y colaboración. Un proyecto ambicioso y con altas expectativas hacia nuestros mayores que no se resume en el producto final, sino en todo lo que hemos vivido a lo largo de él. Hemos trabajado codo con codo junto a ellas /…/  y todo lo que han aprendido no es comparable con  lo que nos han enseñado, fortaleza, tesón, paciencia, responsabilidad y compañerismo”.

El año pasado, la ofrenda de “valor útil” de la comparsa de Marinos Corsarios fue destinada a la asociación Amif  a cuyos componentes se invitó además  a participar en el desfile  de la Ofrenda. Aquello fue el germen de este nuevo proyecto. El día 7 los corsarios desfilaron hasta el Asilo para recoger a quienes libremente quisieron participar  en nuestra  Ofrenda a la Morenica, portando  no sólo los productos de necesidad que habían sido solicitados por las Hermanas, sino también las horas de trabajo invertidas en la realización del mosaico representativo de la fachada del  Asilo, su Asilo. 

Y al finalizar el desfile, de regreso al mismo acompañados por la Sociedad Musical L’ Armonía de Montroi”,  a pasar un distendido ratico de música y alegría. 

No sé si con estos gestos nace un nuevo género de ofrenda, la ofrenda “social”. Pero lo cierto es que  con ellos conseguimos que nuestras fiestas sean verdaderamente “populares” como tanto nos gusta decir. Los individualismos dejan paso a la generosidad, a la empatía y al respeto. Nuestras fiestas ganan, y la sociedad, también.

F. Martínez