Nombran a María Belén López nueva directora de la cárcel de Villena

María Belén López Martínez, de 50 años, es la nueva directora del centro penitenciario Alicante II en Villena. El hasta ahora máximo responsable de la prisión, Feliciano Crelgo Pelaz, deja el puesto por jubilación tras 17 años al frente del mismo, según Instituciones Penitenciarias. 

María Belén López es licenciada en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya y máster en Psicología Clínica y de la Salud por la Asociación Española de Psicología Conductual y el Instituto Superior de Psicología Clínica y de la Salud. En 2009, ingresó en el Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias y, desde la puesta en marcha del centro penitenciario Murcia II en 2011 en Campos del Río, ha ejercido como subdirectora de Tratamiento de esta prisión.

El relevo en la dirección de la prisión de Villena se produce tras unos meses en los que se ha incrementado la conflictividad en el centro y se ha registrado un caso insólito protagonizado por la exsubdirectora de Seguridad, cesada tras ser detenida por simulación de delito y denuncia falsa. La Guardia Civil descubrió que se inventó que fue agredida por varios encapuchados para que no declarara en la investigación por la actuación de tres funcionarios al reducir a un preso peligroso y que le habían robado un móvil donde recibió amenazas que ella misma se envió.

“Tu abandono me puede matar” afirma que “el vacío de poder que los internos intuyen, hace que disfruten de cierta impunidad, y ni la dirección interina, ni los servicios centrales de Madrid ejecutan los traslados urgentes para salvaguardar la integridad física de los trabajadores amenazados”. Denuncian que hace unos días un preso destrozó a golpes la puerta de seguridad de un rastrillo de paso y su intención era tratar de alcanzar a los funcionarios y ahorcar a uno de ellos con un cable, según confesó el propio interno.

A toda esta situación límite, se suma la situación de la pandemia del covid, con 17 internos positivos y el confinamiento de cuatro módulos con unos 400 internos, cerca de la mitad de los internos de la prisión, según TAMPM. El sindicato advierte de que este aislamiento sanitario, con las limitaciones que conlleva para la actividad habitual y la suspensión de las comunicaciones de los internos con sus familiares y amigos, “tensiona a la sanidad Penitenciaria, la cual lleva 20 años en una situación ultra precaria. Los pocos sanitarios que existen, se están tragando todo el trabajo de prevención y tratamiento sanitario en jornadas maratonianas”.