Los elevados precios de las sillas

Me pareció fatal, sobre todo el día 9, que cobraran seis euros 
por una silla para el desfile de los nuevos cargos. Después de pagar 
todos los días, religiosamente, para todos los actos, pienso que el 
ayuntamiento, o la junta central,  podrían haber tenido el detalle de 
REGALAR al pueblo de Villena ese desfile. Además de hablar de la mala educación de los vendedores de sillas, por lo menos de uno de ellos que creo que es de aquí. Me senté cuando faltaban tres comparsas cristianas para acabar el desfile y con malos modos, porque quería cobrar las sillas, nos hizo levantarnos y tiró al suelo lo que teníamos en las sillas. Es el mismo, que el día en el que montaron la tribuna que hay en la calle Joaquín María López, pedía en mi comercio agua, y después decía burradas a las señoras, mujeres o chicas que pasaban por allí. 

Ya gastamos mucho dinero en fiestas y pienso que con la crisis por la que estamos atravesando tendrían que haber un miramiento especial a la hora de cobrar las sillas, porque en la Tribuna de autoridades, los canapes, bebidas y demás si que fueron como todos los años, por todo lo alto. En fin, es una mera queja, que al año que viene volveré a repetir porque no creo que se haga nada al respecto. El analfabeto que me arrebató la silla seguirá haciendo de matón improvisado y los que tienen la suerte de gozar de la tribuna seguirán comiendo y bebiendo a costa de nosotros.