Loli Fenor, cuarenta años de amor a la enseñanza
- 2 enero, 2018
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Loli Fenor Miñarro llegó a Villena en el 1976 como profesora de Historia y el destino quiso que se quedara en la ciudad ejerciendo su pasión, la enseñanza, durante cuarenta años. Ahora deja las aulas tras su jubilación.
Explica que cuando era pequeña, en su Lorca natal, ya realizaba y corregía dictados entre sus compañeras, porque siempre tuvo muy claro que quería ser profesora. Así hace suya una frase de Skinner: «La educación es lo que sobrevive, cuando lo aprendido se ha olvidado».
Como ella señala se considera una profesora atípica, que no ha dudado en llamar un domingo a los progenitores de un alumno para interesarse por él. Asimismo, indica que aunque no le gusta dar consejos, a sus alumnos les repite dos frases, que considera básicas para el desarrollo personal de los mismos y son; «Conocimiento, ética y estética» y «Educación, dignidad y respeto».
Activa, alegre, cercana, Loli Fenor es ese tipo de profesoras que dejan huella entre sus alumnos, y tal y como ella misma señala a todos ellos los lleva en el corazón, ya que «les debo todo lo que soy a nivel profesional».
En estos cuarenta años de profesión mucho ha cambiado el instituto, al igual que lo ha hecho la sociedad local y por tanto los alumnos.
Fenor recuerda que cuando llegó a Villena, el bachillerato no era una enseñanza obligatoria, los padres ejercían mayor autoridad sobre los hijos. Sin embargo ahora los estudios de secundaria son obligatorios. «Mis alumnos y mis alumnas han sido muy buenos, de todos he aprendido y me han incentivado a mejorar». Asimismo señala que se siente muy querida dentro y fuera de las aulas y que su objetivo ha sido transmitir lo «poco que sé y la experiencia que he ido adquiriendo con el tiempo».
Sus compañeros de trabajo también han sido claves para el desarrollo de Loli Fenor como persona y como profesional, de todos ellos guarda un grato recuerdo. Asimismo, señala que es importante que todos los profesionales contribuyan a crear un buen ambiente de trabajo, «para que el centro vaya bien».
Directora
Loli Fenor fue directora del IES Hermanos Amorós durante siete años, desde 1989 hasta 1997. En esta etapa, se acabaron con las novatadas que se hacían a los alumnos del entonces primero de Bachillerato, asimismo se ubicó una veleta en el centro realizada por los alumnos del taller de mecanizado del IES Navarro Santafé ,«para aunar lazos entre los dos centros», explica. También se instaló la estación meteorológica, y en colaboración con el departamento de Ciencias Naturales se ubicó el nombre científico y vulgar a todas las especies de plantas ubicadas en el jardín del Hermanos Amorós.
No obstante, una de las cosas de las que se siente más orgullosa Loli Fenor es la implicación y colaboración de los padres en este periodo, así como la creación de la asociación de alumnos del centro (GEHA), con un alumnado muy participativo.
Loli Fenor recuerda que en esta etapa se instauró el triple turno en el IES Hermanos Amorós. «Eran unos 1.500 alumnos y no había espacio para todos, por lo que se creó el turno de la tarde para los alumnos de COU lo que ahora es 2º de Bachillerato. Así se iniciaron las gestiones para la creación del tercer instituto en la población», explica.
Por otro lado señala que en 1991 se creó una extensión de bachillerato en Sax, siendo Francisco Valero vicedirector hasta que se construyó un instituto independiente del Hermanos Amorós en esta población.
Recuerda con añoranza cuando el centro era una referencia de enseñanza del Alto Vinalopó, ya que al mismo se desplazaban a estudiar alumnos de poblaciones como Caudete, Sax, Salinas, Onil, Castalla, Biar, Camp de Mirra, Canyada, Beneixama, Banyeres y la Font de la Figuera. «A mí me parecía un centro cosmopolita. Además, desplazarte a estas poblaciones era como estar en casa porque te encontrabas en Biar a los Santonja, en Caudete a los Pagán, en Sax a los Ochoa y en Banyeres a los Vicedo, entre otros», apunta.
No obstante, insiste en que la labor al frente del instituto la pudo desempeñar gracias al apoyo de compañeros, es decir de su equipo directivo, entre los que se encontraban, Martín Gual, Pablo Ortega, Victoriano Fernández, Francisco Pérez, Paco Gil, Mari Carmen Ribera, Ramona García, Maribel Rodes, Miquel Barceló o Mateo Hernández, entre otros.
Loli Fenor reconoce que va a echar mucho de menos a sus compañeros y alumnos, aunque se abre una nueva etapa llena de retos, como retomar sus estudios de guitarra.