Las cabañuelas: el parte meteorológico de nuestros abuelos

  • 13 agosto, 2013
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Las cabañuelas: el parte meteorológico de nuestros abuelos

Desde antaño, los agricultores miran al cielo los primeros 24 días de agosto para saber el tiempo que hará el resto del año y así proteger sus cosechas. Se trata de un antiquísimo sistema de predicción meteorológica muy conocido en Villena: las cabañuelas. A pesar del paso del tiempo y los avances tecnológicos, este método pervive en muchos villenenses, que siguen confiando en él para anticiparse al temporal de la primera semana de septiembre durante las fiestas patronales.

Sin radares ni satélites meteorológicos, las cabañuelas eran la única forma que tenían los labradores para saber en qué época del año era mejor plantar sus cosechas. Aunque parezca un sistema arbitrario y poco fiable, éstas siguen un calendario que guía las predicciones y cuentan con seguidores tanto en España como en el extranjero, sobre todo en poblaciones de fuerte tradición agrícola.

El almanaque de las cabañuelas

El calendario de cabañuelas asigna, durante las primeras 24 jornadas de agosto, un día a cada mes del año posterior en dos tandas: una de ida y otra de vuelta. Así, el 1 de agosto corresponderá al mes de agosto del año posterior, el 2 a septiembre, el 3 a octubre, y así sucesivamente hasta el día 12, que pertenecerá al mes de julio. A partir del día 13, tienen lugar las conocidas como ‘retornas’, es decir, se sigue el mismo orden pero a la inversa: el 13 de agosto corresponderá al mes de julio, hasta llegar al día 24, que cerrará el círculo al afectar al mes de agosto.

Para predecir el tiempo no solo se observa el clima en general de cada uno de estos días, se tiene en cuenta igualmente la dirección del viento, la forma de las nubes, la niebla o el estado del sol y la luna. El villenense -experto en la materia- José Ibáñez Martínez ‘Soli’ también considera el comportamiento de animales y plantas como significativo de cambios meteorológicos.

No obstante, parece ser que las cabañuelas han perdido parte de su eficacia a causa del cambio climático. Según ‘Soli’, “antes veíamos el mes de agosto con muchos movimientos de tiempo, por lo que podíamos hacer una aproximación fiable del tiempo que iba a hacer durante el año”. El cabañuelista de Villena explica que, antiguamente, las estaciones estaban más marcadas y había más estabilidad en el clima, “no como ahora, que lo mismo te salen días de mucho calor que de mucho frío, y tampoco es normal que ocurran tantos fenómenos del tiempo”.

Las cabañuelas era la única manera de predecir el tiempo por una generación que vivía en el campo y ganaba su jornal trabajando la tierra. Una tradición que no se ha perdido con los años: los villeneros siguen fijándose en el clima del mes de agosto para despejar la incógnita de si lloverá o no en Fiestas.

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