La Unió de Llauradors denuncia que países terceros emplean en su uva de mesa pesticidas prohibidos en la Unión Europea
- 29 diciembre, 2020
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A dos días de la noche de fin de año, cuando más uva de mesa se consume en España, se pone de manifiesto que la Unión Europea se pone una venda con las importaciones y sigue sin reclamar la reciprocidad en materia fitosanitaria.
Esta organización procedió a comprar el pasado 9 de diciembre uva de mesa en diferentes puntos de venta de la distribución (supermercados e hipermercados), con origen procedente de España (Vinalopó), Perú y Brasil. Tras llevar las muestras a un laboratorio homologado para analizar los restos de plaguicidas y si cumplían el Límite Máximo de Residuos (LMR) establecido por la UE, los resultados son bastante concluyentes.
La uva de mesa española del Vinalopó cumple con todos los requisitos normativos de la UE. En la uva procedente de Perú se ha encontrado la presencia de productos plaguicidas como la carbendazima (prohibido su uso en la UE desde junio de 2016) o el metilo tiofanato, y en la de Brasil se ha detectado clotidianina y tiametoxan. Estos cuatro pesticidas no están autorizados para su uso por parte de los productores europeos ni tampoco claro para su posterior comercialización.
LA UNIÓ señala que la presencia de estos pesticidas está por debajo de los Límites Máximos de Residuos (LMR) que establece la normativa comunitaria. Por lo tanto, su entrada es legal, pero no ética ya que no resulta fácil explicar a las personas consumidoras porqué tienen que consumir alimentos con restos de pesticidas cuando en la Unión Europea su uso está totalmente prohibido. La carbendazima y el metilo tiofanato son fungicidas y por tanto se trata de productos que se aplican posteriormente a la cosecha para mejorar las condiciones de transporte. Por su parte, la clotianidina y tiametoxam son insecticidas de la familia de los Neonicotinoides, cuyo uso está prohibido desde 2013 en la UE por, ser perjudiciales para las personas y también altamente nocivos y perjudiciales para las abejas (principal polinizador de los cultivos).
La organización indica que hay que apostar por el consumo de los productos más próximos como es el caso de la uva de mesa del Vinalopó que es de confianza plena para los consumidores al cumplir estrictamente la normativa europea. En este sentido, Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, indica que “no entendemos porque se tiene que importar uva de mesa en plena campaña cuando aquí tenemos de gran calidad y sin restos de sustancias prohibidas para nosotros”.
LA UNIÓ ha destacado así mismo que la uva de Perú y Brasil puede contener restos de pesticidas prohibidos en la UE que a diferencia otras frutas de corteza o piel dura son mucho más peligrosos por la salud al ser un producto que se come entero normalmente.
LA UNIÓ afirma que los supermercados e hipermercados que poseen esa fruta en sus lineales con estos pesticidas no son responsables y están cumpliendo la normativa, pero les va a informar para que insten a sus proveedores a que la uva de mesa que les llegue esté producida con los estándares europeos.
Peris concluye siendo muy duro con la actitud de las autoridades comunitarias al continuar sin querer exigir la necesaria reciprocidad. “La Comisión Europea se preocupa únicamente por el medio ambiente y la biodiversidad europea (por ejemplo en el tema de los neonicotinoides), pero cuando puede hacer que en los países importadores apliquen la misma normativa para proteger el medio ambiente y la biodiversidad no se da por aludida siendo menos sostenibles desde el punto de vista medioambiental que nosotros”, dice el secretario general de LA UNIÓ.
Los responsables de las principales asociaciones de consumidores de la Comunitat Valenciana, AVACU y UCE, tras ser informados por LA UNIÓ acerca de estas nuevas analíticas, son claros al respecto. Vicente Inglada, secretario general de UCE-CV, indica que “los datos que arrojan ponen de manifiesto el control, cumplimiento de la normativa y seguridad alimentaria de los productos de origen español. Por ello hago un llamamiento a las personas consumidoras para que continúen adquiriendo productos de proximidad y de nuestro territorio como garantía de seguridad alimentaria. Es muy importante que las personas consumidoras a través del etiquetado de estos productos conozcan el origen y procedencia de estos productos”.