La campana Santa María de la iglesia Santa María entra en el listado de campanas góticas protegidas
- 29 mayo, 2018
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La campana Santa María de la iglesia de Santa María de Villena ha entrado en el listado de campanas góticas protegidas por la Conselleria de Cultura.
Tras las campañas de inventario realizadas por la Dirección General de Cultura y Patrimonio sobre las campanas de nuestro territorio, ha dado como resultado el conocimiento de 70 campanas góticas, fechadas entre 1250 y 1659. Se trata de magníficas piezas de bronce, con bellas inscripciones y relieves góticos, que han sobrevivido al uso para el que fueron concebidas, que numerosas veces es causa de su rotura y desaparición en décadas recientes. Con este expediente, se inicia el proceso de su protección con la figura de bien mueble de interés cultural, a favor de las campanas más antiguas de nuestra Comunitat Valenciana, ya que como indica la ley, este conjunto de campanas presentan singulares características y relevancia para el patrimonio cultural de nuestro territorio, por lo que hay que poner en valor urgentemente para mantener nuestro pasado vivo para el futuro.
Las campanas son el único instrumento musical que apenas varía de sonido a lo largo de los siglos. Cualquier cambio (de yugo, de badajo o incluso de ubicación en la torre) modifica su sonoridad y puede poner en peligro la misma existencia de la campana. Por ello debe tratarse con extremo cuidado las campanas antiguas, especialmente las anteriores al siglo XVII, aún bastante abundantes en nuestro territorio.
El año de fundición de la campana Santa María de la iglesia de Santa María es de 1.450m, de 78 cm de diámetro, de broce y de un peso aproximado de 275 kilos. Consta de una inscripción en latín que utiliza minúsculas góticas, así como imágenes del Crucificado y de la Virgen María. En medio de la campana se observan dos cruces pintadas en almagra. La campana se utiliza, junto a sus compañeras, para la realización de diversos repiques, todos ellos interpretados con una soga unida al badajo y cuyo extremo llega, por dentro de la escalera de la torre, hasta el nivel del suelo del propio campanario desde donde se tañe.