La calle Luciano López Ferrer vuelve a abrirse al tráfico

La calle Luciano López Ferrer de Villena está desde esta mañana, 26 de marzo, abierta al tráfico. De este modo los vehículos que circulan por la calle Corredera podrán acceder a la calle Madrid sin tener que rodear el paseo Chapí.

No obstante, esta medida adoptada sin previo aviso por el equipo de gobierno ha pillado por sorpresa a los conductores y de hecho en las horas punta del día, pocos eran los vehículos que se atrevían a circular por una vía, que hasta ahora era inaccesible.

De hecho el Partido Popular mostraba su asombro, indicando que el tripartito no le había comunicado la reapertura de la calle Luciano López Ferrer. La edil popular, Ana Mas, recordó que  el tripartito lleva anunciado esta apertura desde hace diez meses. Señaló que su grupo, en la pasada legislatura, “creó esta zona peatonal en la localidad, y paradogicamente un gobierno de izquierdas la ha eliminado, pese a la oposición  de varios colectivos locales y vecinales, entre ellos “Villena en bici”.

En marzo de 2010 se reinauguraba el paseo Chapí, y el anterior equipo de gobierno del Partido Popular decidió peatonalizar la explanada existente entre el teatro y el paseo Chapí, es decir el último tramo de la calle Luciano López Ferrer.

Esta decisión generó más de una disputa entre el gobierno de la popular, Celia Lledó, y los grupos de la oposición en la anterior legislatura- Verdes, PSOE y concejales no adscritos. En mayo de 2010 el Pleno aprobaba una moción del grupo socialista en la que se solicitaba la reapertura de dicha calles los día laborales, cerrándose al tráfico los fines de semana. “Ahora se va a cumplir el acuerdo de Pleno”, señala el concejal de Tráfico, Carlos Beltrán.

La reapertura de la calle se convirtió en el culebrón del invierno. En noviembre se anunciaba su cambio para principios del mes de diciembre. Para entonces se ubicó una barandilla valorada en 9.000 euros, para evitar que los niños que estuviesen jugando en el parque invadiesen la calzada, por la que discurrirían los vehículos. Antes de las fiestas navideñas, la calle continuaba cerrada pero la barandilla ya había sufrido varios desperfectos.

Tras dos años de dimes y diretes, parece ser que la apertura al tráfico es definitiva, tras señalizar, de nuevo, la zona y reforzar la barandilla.