José Silva plantea un ‘basta’ a la agresión contra la naturaleza

  • 30 enero, 2012
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José Silva inició el ciclo de conferencia, organizado por Democracia Real. En ésta, el profesor universitario explicó el trabajo realizado junto a Mª Dolores Guilló que lleva por nombre “La hipótesis de la reina roja, osos y el debate conceptual de la sustentabilidad”. Silva destacó a lo largo de su diserción que es necesario decir “basta” ante los ataque continuos que la especie humana realiza contra la naturaleza. La idea se centra en “no seguir destruyendo” porque puede llegar el momento en que “matemos a la gallina de los huevos de oro”.

Pepe Silva, investigador del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz (Universidad de Alicante) explicó el trabajado realizado por este instituto y la diferencia entre “el buen vivir” y “el vivir bien”. 

Silva adaptó para este evento la conferencia que ofreció el pasado noviembre en el I Encuentro Internacional “Construyendo Buen Vivir” que se desarrolló en Ecuador. Este concepto del “buen vivir” o “vivir bien” (SumaK Kawsay en quichua o Suma Qamaña en aymara) es defendido por comunidades indígenas de América en oposición al “vivir mejor” como un modelo de vida o de desarrollo más justo, sostenible y ecológico. Recientemente, Ecuador y Bolivia han incluido este “buen vivir” en sus respectivas constituciones como el objetivo social a ser perseguido por el Estado y la sociedad, lo que refleja la importancia del concepto en los países andinos. 

El buen vivir busca un sistema que esté en equilibrio, que no valore el bienestar de un país en relación al Producto Interior Bruto y no persiga el crecimiento continuo. “No vayamos a lo loco, no nos dejemos llevar por el progreso, planteemos qué es eso del crecimiento”, comentaba Silva, que se pregunta por qué hemos llegado a esta actitud agresiva de la humanidad hacia la naturaleza o si toda la gente habla de lo mismo al referirse a la sostenibilidad. “A veces está cercana al ecologismo o a la justicia social, pero hay también proyectos que pueden ser muy sostenibles y poco igualitarios.”

Del trabajo surge la noción de sustentabilidad, que es la forma en que la Economía o los Modelos Económicos “tratan” a la Naturaleza, diferenciándose en tres tipos:

Sustentabilidad Débil que supone la existencia constante o permanente de un stock de capital natural, humano y manufacturado. No hay la exigencia de que exista un mínimo de capital natural no renovable.

Sustentabilidad Fuerte en la que el desarrollo sustentable es entendido como un proceso de mejoría económica y social que satisface las necesidades y valores de todos los grupos interesados, manteniendo las opciones futuras y conservando los recursos naturales.

En la Sustentabilidad Súper Fuerte no se usa el concepto de Capital Natural, sino el de “Patrimonio Natural”, entendido como un acervo que se recibe en herencia de nuestros antecesores y que debe ser mantenido, legado a las generaciones futuras, y no necesariamente transable en el mercado. A su vez, la sustentabilidad súper -fuerte reconoce tanto la valoración económica como la ecológica, pero defiende que existen otras escalas de valor y, por lo tanto, contiene a las otras dos corrientes, finalizó.

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