Jesús Bosque: “El alumnado ha comprobado el valor de las clases presenciales”
- 11 junio, 2020
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Jesús Bosque Flor es licenciado en Química por la Universidad de Alicante y profesor en el IES Hermanos Amorós. Mientras terminaba sus estudios estuvo realizando una beca de investigación en el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Alicante. En septiembre de 2008, la falta de financiación y, los salarios tan precarios en investigación, le llevaron a cambiar de rumbo y enfocar su vida profesional hacia la docencia.
P.- El Estado de Alarma obligó a los estudiantes a quedarse en casa ¿cómo se vivieron esos primeros momentos en el instituto?
R.-Al principio con mucha incertidumbre por parte de todo el alumnado y el profesorado. Las noticias llegaban con cuentagotas y eso generó cierto estrés y desconcierto. Por una parte, el alumnado pensaba que iban a ser unas “pequeñas vacaciones” y, por otra parte, el profesorado creía que esta situación no se alargaría mucho en el tiempo. Luego, nos hemos ido dando cuenta con el paso de los días que estábamos bastante equivocados al no ver la magnitud de esta situación y sus consecuencias.
P.- Desde aquel día ¿cómo has organizado las clases con tus alumnos? ¿la relación con ellos ha cambiado?
R.-Desde el principio de curso y, en años anteriores, he utilizado las plataformas educativas como una herramienta más en mi día a día con el alumnado. No obstante, era una forma de complementar el libro y las clases presenciales, sin embargo, nunca se habían convertido en el único medio de relación con ellos y ellas. A la hora de organizarme, dividí los cursos en secundaria (3º y 4º ESO) y bachillerato (2ºBachillerato). Al alumnado de secundaria le ha costado utilizar bastante estas herramientas, bien por falta de práctica, autonomía y, en algunos casos, por falta de medios: conexión a internet, ordenador, tablets,… Aun así, he podido hacer alguna videoconferencia con parte del alumnado para resolver dudas y, sobretodo, con el objetivo de que se volviesen a ver, ya que para algunos era la primera vez que se veían desde que empezó el confinamiento. Estaban tan agradecidos que prestaban más atención y se portaban mejor que en clase. En cuanto al alumnado de 2º de bachillerato, uno de los mayores perjudicados educativamente hablando, he realizado videoconferencias como si fueran las clases presenciales resolviendo dudas, videotutoriales que sustituyesen las explicaciones del aula, apuntes y todo lo que ha estado en mi mano para que, en una año tan crítico como es el de las PAU, les afectase lo mínimo posible. De hecho, me ha sorprendido su actitud y responsabilidad durante las videoconferencias. La verdad es que se les ha hecho muy difícil este periodo “telelectivo” y agradecían verte, verse entre ellos y ellas y poder conversar y desahogarse durante un rato.
P.- Supongo que el cambio ha sido muy importante. En cuanto a impartir temario telemáticamente ¿crees que el sistema educativo está preparado?
R.- La comunidad educativa no está preparada para este cambio ni a nivel de infraestructura ni de formación. Hay muchas familias donde padre/madre e hijo/a se tienen que apañar con un solo dispositivo tipo ordenador, tablet,… o ninguno, por tanto, están haciendo todo lo que pueden con los recursos que tienen.
En cuanto al profesorado, se nos ha “obligado” a generar recursos educativos para trabajar telemáticamente de un día para otro, generando así un gran estrés y presión desde el primer minuto. Además, presuponiendo que se dispone de todos los recursos necesarios para impartir temario de forma telemática, es decir, desde una buena conexión a internet hasta webcam en un dispositivo.
P.- En estos días ¿Cuál ha sido el principal problema con el que se ha encontrado en su trabajo? ¿y la mayor satisfacción?
R.-La verdad es que ha habido varios frentes abiertos: la inmediatez para generar todos los recursos educativos; las dificultades de acceso a las plataformas educativas y contenidos y, un clásico del sistema educativo, como es la burocracia y el excesivo papeleo para cualquier trámite administrativo.
La mayor satisfacción, como siempre, es ver que el alumnado valora el compromiso, la dedicación y el esfuerzo que haces diariamente por adaptarte a la realidad que nos ha tocado vivir.
P.- Antes del Estado de Alarma estaba preparando a un alumno para participar en las Olimpiadas nacionales de Química ¿continúan con esta preparación?
R.-La realidad es que seguimos preparándola como si nada hubiese pasado. Ambos estamos ilusionados con este proyecto y, mediante videoconferencia y una plataforma educativa donde le voy proporcionando material, nos vamos comunicando y avanzado. En el fondo, tenemos la esperanza de que no se cancele y se pueda realizar más adelante si las circunstancias lo permiten.
P.- En su opinión ¿se puede evaluar a los alumnos de manera equitativa en esta nueva situación? Es fácil quedarse descolgado?
R.-En mi opinión y, creo que en la de muchos y muchas, no. El motivo es que no se puede evaluar de forma objetiva las actividades que realiza el alumnado sin saber en qué condiciones se llevan a cabo. Puede que no dispongan de los medios necesarios para su realización, que con los recursos suministrados no sean capaces de comprender y completar las actividades propuestas o que, incluso, no las hagan ni por ellos mismos. Este problema se agrava en secundaria donde el alumnado presenta una menor autonomía y, en ocasiones, se corre el riesgo de quedarse descolgado con respecto a su clase de referencia.
P.- ¿Consideras que después del coronavirus se producirán cambios en el sistema educativo en la forma de impartir materias?
R.-Desde el punto de vista docente estos cambios metodológicos a la hora de impartir las materias ya vienen produciéndose de forma gradual desde hace unos cuantos años, no obstante, hay ya un gran porcentaje de docentes que utilizan las nuevas tecnologías en su actividad diaria. Ahora bien, en lo que respecta a la administración educativa, deseo que no haya ninguna invención de última hora o proyecto piloto como consecuencia de esta crisis que no cuente con un amplio respaldo por parte de toda la comunidad educativa. El sistema educativo público necesita una estabilidad a nivel legislativo y una importante inversión económica para poder garantizar unas condiciones de equidad e inclusión en el mismo.
P.- De esta situación, ¿extrae algo positivo?
R.-Yo creo que sí se pueden extraer algunos aspectos positivos de esta situación. Por una parte, la mejora que ha experimentado la comunidad educativa en competencia digital en estos días ha sido espectacular. La necesidad de tener que comunicarnos telemáticamente sí o sí ha favorecido un mayor dominio de las herramientas digitales por parte de todos y todas.
Por otra parte, creo que el alumnado ha reflexionado y comprobado el papel fundamental que desempeñan las clases presenciales y, además, cómo repercuten positivamente en su evolución académica.