Imagina

Imagina que dibujas una casa y nos refugiamos allí del coronavirus un trece de marzo.

Imagina que al principio la casa es pequeña pero yo enseguida me canso de ver como pronto llego a la cocina y tú dibujas para verme feliz, una casa grande, de enormes habitaciones y gran pasillo. Mirándome sonriente, pones un larga alfombra para que pueda andar, bailar las bachata que tanto me gustan.

Imagina que juegas a ser el gran cocinero que llevas dentro, y en estos días de encierro, pones en marcha tu restaurante casero.

Imagina que quiero una chimenea que de calor estos días fríos y la pintas, pero luego no y la borras. Y ahora quieres dibujar la casa de dos alturas, poco tantos días encerrados, se nos queda pequeña.

Imaginas hacer un patio lleno de flores bonitas donde podamos ser felices, pero llueve. No se seca la ropa ni nos deja salir a tomar aire. Te pido una lámpara de lágrimas, y tú, te subes a la silla para dibujar, allá en lo alto del techo, una tela de araña que nunca llegará a encenderse. Mientras dibujas para mí, se pasan los días y después cuando pase todo, pensarás en como dibujar a todas las personas que trabajaron valientemente y no pudieron quedarse en casa.