“Hoy follo, mañana juicio”
- 24 mayo, 2017
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Terrible palo. Totalmente noqueado. Leer el título que reza este artículo en una camiseta me dejó fuera de juego. Lo dicho, noqueado.
Hablo de una fiesta universitaria realizada durante este mes en Valencia. Hablamos de un día lúdico en el que grupos de una misma Facultad pagaron su entrada para tener diversión.
Está claro que el alcohol desinhibe y mucho y por allí corría alegremente. Era Valencia; hacía calor, había sed y, claro, todo bien combinado provoca que aparezca gente con camisetas en las que se podía leer “yo follo, mañana juicio”, “si quieres trabajo, cómeme lo de abajo” y otras lindezas similares.
Tras la resaca, ya han aparecido voces criticando el lenguaje machista que se escondía -¿escondía?- en estas frases. Centrémonos un poco.
La juventud universitaria es privilegiada porque está en el ámbito de los Estudios Superiores, es decir, de las Universidades saldrán las personas que dirigirán un país, tanto en el ámbito político, como empresarial o de cualquier otra índole. Y es una juventud privilegiada porque los recortes del PP han provocado que mucha gente de origen obrero tenga muy difícil acceder a esos estudios.
Portar esas camisetas no es fruto de la casualidad ni del momento de euforia que existía en el grupo antes de pensar un lema identificativo antes de acudir a la fiesta. La psicología del grupo era machista. La psicología del grupo considera, con esas frases, que las mujeres están para ser folladas, no para follar con ellas si no para ser folladas o para que “me coman lo de abajo”.
Me pregunto: esta élite, acabada su carrera y encuentre trabajo, ¿seguirá pensando así cuando esté en una empresa y comparta jornada laboral con mujeres? ¿Se fijarán más en la forma de su culo que en las capacidades femeninas para hacer más rentable la empresa? No, no dirán los que aparecen en las fotos con esas camisetas. Se está sacando del tiesto lo que era un día de júbilo. Seguro que sí.
Pero, por si no lo sabéis os informo, porque ya tenéis edad de saberlo: atentar contra un cuerpo ajeno, tocarlo sin su permiso o violarlo cuando a ti te apetezca, no solamente te llevará a juicio al día siguiente si no que te hará ingresar en la cárcel. Detrás de una mujer toqueteada sin su consentimiento hay todo un aparato jurídico-médico-policial que te detendrá y te pondrá en una celda. ¿Entiendes colega de qué va el rollo?
Sí, sí pasa. Pasa que durante el tiempo que estés en la cárcel se te habrá acabado tu proyecto de vida profesional, tus amistades fantásticas y tus fiestas universitarias por una buena temporada y todos tus días van a ser igual de anodinos y rutinarios. ¡Ea, qué le vamos a hacer!
Vivir en democracia, por si tampoco lo sabías, no significa hacer lo que quieras a expensas de la dignidad de tus semejantes. Significa que adquieres los mismos derechos que cualquier otra persona y, como miembro de la ciudadanía, deberías estar todos los días cumpliendo para que esos derechos no desaparezcan como hacemos con los tuyos los demás. Por eso no pensamos en tocarte el culo ni lamerte el cuello obscenamente aunque a ti te pueda gustar.
Si estás estudiando con beca, que sepas que el dinero que estás recibiendo ha sido aportado por mucha gente que paga impuestos y acepta que desvíen cierta cantidad de dinero para que, con él, tú puedas estudiar, formarte como profesional –y persona- y puedas disfrutar de un trabajo decente y una jubilación igual o mejor. ¿Esta es tu forma que tienes de agradecer el esfuerzo que estamos haciendo por creer en ti?
Espero que la polémica creada haya sido suficientemente poderosa para que hayas recapacitado. Piensa por un momento que si algún día llegas a violar a alguien, la madre y el padre de esa persona seguirán pagando impuestos para que, con ellos, tú puedas tener una celda y comida en condiciones. Piensa sobre todo esto antes de acudir a la próxima fiesta, ¿de acuerdo?
FERNANDO RÍOS SOLER