He vuelto, Portada

  • 14 noviembre, 2008
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Me di cuenta de que debía dejarlo todo este verano, cuando unos buenos amigos me pidieron que escribiera unas palabras para el día de su boda. Sí, también hago esas cosas. Me quedó un discurso precioso, entrañable y romántico pero con un toque de fino humor. Todos los asistentes lloraron al escucharlo y yo, también, al darme cuenta de que había escrito “quilos” en lugar de kilos. No había sido un error tipográfico sin más. Había repasado el discurso cientos de veces y no me había percatado.

            Después de la boda cerré el escritorio y decidí relajarme. Saltarse la K  de Kilo a estas alturas de mi vida era algo preocupante. Dejar de escribir me pareció lo más sensato. Me centré en la lectura. Tenía mucho que leer pues gracias a Dios, era verano y comenzaban a proliferar las publicaciones de índole festera: las novelas son para el invierno; en verano me apasionan las lecturas algo más ligeras. Leí a Amado y su Orejón (te había olvidado, Amado, pero te encontré); leí a Arnedo y sus Marruecos, leí a José Fernando y me dí cuenta de que a José Fernando se le habían comido algunas  eñes en su último libro (página 80 más o menos ) y me solidaricé con él. Al fin y al cabo yo me había comido la letra germánica por excelencia, la K, pero a José Fernando le habían robado la insigne letra nacional, ¿que sería de España sin Ñ? Pobre José Fernando.  No ha sido culpa suya. Espero que la UNDEF no lo haya tenido  en cuenta. Al fin y al cabo, a la UNDEF ¿qué le importa la Ñ? Leí el Día 4, el gordo, el especial de los 25 años, enterito.  Y leí, cada semana  a Rodenas y admiré la “caprichosa caricia del viento sobre su pluma”. 

            Y puesto que había decidido no escribir un libro, me centré en los otros dos grandes objetivos de la vida de un hombre: tuve un hijo y planté un árbol; un precioso nisperero crece ahora  en mi terraza.  El niño, bien, gracias.

            Me alejé de la escritura siguiendo los dictámenes del actual partido gobernante, que tiende a alejarlo casi todo: las vías, los juzgados…Pero hoy vuelvo y lo hago  renovado, como este periódico  que me invita otra vez, pese a mi falta de compromiso, a seguir colaborando con él. He vuelto después de las reposiciones veraniegas. Vuelvo como las grandes series invernales de la televisión.  Vuelvo para hablar  de los estrellados de este mundo, que de “las estrellas” ya hay quien se encarga; hablaremos de fiestas, de festeros-políticos y de políticos- festeros, hablaremos de figurones; hablaremos de tradiciones navideñas, de las sorpresas que para estas entrañables fechas nos tiene preparadas D. Abellán; hablaremos de la  monarquía, que seguro que “por narices” volverá a dar que hablar; hablaremos de los que a estas alturas de la historia nos siguen mirando por encima del hombro por “rojos”. ¿Hablaremos de Obama? Seguiremos hablando, tristemente, de la piscina cubierta, la plaza toros, del tercer juzgado, ese que va a ser, según Dª Celia, la solución a todos nuestros problemas judiciales…

En fin, que he vuelto, y  vuelvo  para denunciar, criticar, alabar si se tercia e incluso para no decir nada. Escribir por el mero placer de escribir, una vez superada la trágica crisis de la K.

           

            Gracias, renovado Portada.info. Con mis mejores deseos y mi amistad.

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