Gracias Villena: y ahora, ¡a seguir trabajando!
- 10 junio, 2015
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El pensador uruguayo Eduardo Galeano, recientemente fallecido, escribió: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Eso es lo que hemos hecho Los Verdes de Villena: caminar. Desde que allá por el año 1986 creamos la Asamblea verde, y en el año 1987 nos presentamos a las elecciones municipales consiguiendo el primer concejal verde de España, hemos ido tomando conciencia constantemente de que había que caminar y trabajar, no perder el horizonte de la Utopía, a pesar de las muchas dificultades habidas.
Avanzar era siempre una meta y un camino, unas veces con paso lento, otras con entusiasmo y lucidez, no pocas veces haciendo algún paroncillo o entreteniéndonos, muchas necesitando el apoyo de otros, y sabiendo que no todo estaba ya hecho y que teníamos que aprender. Sí, aprender. Junto a la idea de caminar, hemos sentido siempre la necesidad de ir aprendiendo. Tenían razón aquellos que nos decían, muchos con ironía, que Los Verdes teníamos que madurar, “que estábamos muy verdes”, lo que pasa es quienes nos lo decían, muchos de ellos, lo hacían desde la perspectiva de quienes se creen que lo saben y lo tienen todo hecho. La respuesta ha sido silenciosa en palabras, y activa en acciones y actitudes: trabajar con tesón, sentirnos necesitados, ser humildes, ir aprendiendo, no perder la meta, apertura a lo que dicen los demás,…, y Villena nos ha dado la oportunidad de hacerlo. Gracias.
El pueblo de Villena nos ha dado ampliamente su confianza en estas recientes elecciones. Gracias. Se nos abre un futuro apasionante. Soy consciente de que muchos de nuestros votantes no lo habrán hecho ni por nuestra ideología ni por el proyecto verde. Sé que han sido otros factores los que han propiciado esta mayoría holgada. Por una parte, una legislatura tranquila, rebajando el nivel de crispación de la anterior, y unos concejales trabajadores, sencillos, honrados, y un alcalde, Francisco Javier Esquembre, que desprende cercanía y capacidad de diálogo y que ha llevado las riendas de una política inteligente de consenso y una mirada amplia del modelo de Ciudad. Por otra parte, una gestión económica clara, dirigida por David Molina, a pesar de las pegas y las trabas de las normativas puestas por el ministro Montoro a la gestión económica municipal para realizar inversiones, una dinámica sin despilfarros, apostando por lo más importante para el bien común, sin pretensiones de obras faraónicas, poniendo las bases de una hacienda sostenible, y una reducción del pago a proveedores del ayuntamiento de más de un año a dos meses.
Esta legislatura que se abre ahora, conlleva: una oportunidad para informar y ofrecer las claves de un modelo de ciudad, y un reto para concretar el programa verde. Indudablemente no todo se pondrá poner en marcha, pero sí que se nos da la posibilidad de vislumbrar un modelo de ciudad más amable, más creativa e inclusiva, más sostenible y equilibrada, más justa y que tenga en cuenta a los más débiles y pobres.
Hay muchos problemas graves en Villena, a los que hay que dar respuesta. Tod@s tenemos que trabajar por ello, es una responsabilidad que conlleva nuestra identidad de ser ciudadan@s. Y el nuevo ayuntamiento tiene que apostar con políticas inteligentes, teniendo en cuenta siempre la participación ciudadana. Los Verdes debemos seguir aprendiendo, pero además, ahora nos toca concretar medidas que ayuden a visualizar una ciudad más habitable.
El cómo hacerlo, consiste en seguir llevando la dinámica llevada hasta ahora en el Ayuntamiento: con humildad, escuchando, reconociendo errores, gobernando sin acritud, con cercanía, con diálogo, abriéndonos a las demás aportaciones, con ternura en las formas y con radicalidad en las convicciones, seguir pensando en global y actuando localmente. Tenemos la esperanza de un futuro mejor: que Villena avance más; un clima en la ciudadanía que ayuda; una herramienta que hay que hay que seguir desarrollándola: un programa; y una apuesta: ¡A seguir trabajando!, y por supuesto aprendiendo.