Gracias

  • 3 septiembre, 2010
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Gracias

Me pide Marivi que plasme en unas líneas mis emociones y vivencias , mi sentir en la Comparsa de Bereberes y lo que parece tarea fácil en absoluto lo es.

     Hay que transportarnos a los años 80, cuando las mujeres de Villena iniciamos los movimientos  que al final, en 1.988, nos llevaría a ser festeras de hecho y derecho en las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.    

     Hasta ese momento la inmensa mayoría de nosotras, habíamos participado hasta que nos hacíamos “mayores”, después obligatoriamente quedábamos de espectadoras.

     Acababa de tener a mi hija pequeña, que ya tiene 23 años, y me dice mi buena amiga Carmen Hernández Flor: “Mª José, estamos viendo la posibilidad de fundar las escuadras femeninas de la Comparsa de Bereberes y como se que eres muy festera te lo digo por si te animas y te apuntas con nosotras”. Para mi fué una alegría el que contaran conmigo. Todavía no se sabía nada, ni quienes podríamos ser, ni que diseño , sólo mucha ilusión y unos colores básicos , los de la Comparsa.

     Cuando lo conté en mi casa, mi padre muy Estudiante, me dijo que en su casa no entraría vestida de mora, ( medio en serio, medio en broma) y ese año ,cuando el día 5 fui a darles un beso antes de desfilar, vestida de Berebere y con mi hija Rocío vestida de morica, totalmente emocionado me dijo : “que guapa estás, vás a hacer algo que siempre me habría gustado, desfilar a Marcha Mora una Entrada”. Por supuesto que la desfilé emocionadísima, por mí, por él, y por mi madre que era la más festera de todos .   

 Recuerdo con mucho cariño las noches  en las que nos reuníamos, bien en la casa de la Comparsa en la calle La Arena, o en mi despacho, discutiendo a la buena, sobre los diseños que nos presentaban, después con el de Juan Flor, la telas, los colores, los tejidos, el imaginarnos como quedaría de bonito y espectacular, tal como resultó.  Logramos sacarlo adelante, todo era nuevo para nosotras, pero tuvimos muy buenos asesores, Juan , Miguel, Pepe..que nos ayudaron y animaron muchísimo.

 Al final  fuimos 22, eso está ahí, pero creo que puedo hablar por todas nosotras, si digo que, aunque cada una  desfilemos en otras escuadras, tengamos otras amigas, (las mías vinieron todas a la Comparsa), otra forma de vida a lo largo de todo el año, cuando nos vemos por la calle, cuando nos vemos en actos de la Comparsa, cuando nos vemos vestidas de Bereberes, ese magnifico traje que entre todas elegimos,  nos produce una alegría especial, la alegría de sabernos compañeras, fundadoras y participes de una parte importante de la historia de la Comparsa de Bereberes. No hay que olvidar que la primera escuadra especial femenina, también salió de nosotras. 

Un sentimiento de compañerismo y amistad por encima de todas esas otras cosas de la vida. El sentimiento de ser Moras Bereberes y que cada día 5, por la calle Nueva, revivimos la emoción de aquel de 1.988, cuando  la gente en pié nos aplaudía y comentaba con admiración la preciosidad del traje, lo guapas que estábamos y lo bien que desfilabamos. Hoy en 2.010 las Bereberes seguimos causando esa sensación y nosotras la seguimos sintiendo. Han pasado 22 años, se dice pronto, pero ahí estaremos, como se dice, mientras el cuerpo aguante.

  Hace unos años en mi pregón de Fiestas, decía que soy Mora y soy  Cristiana. Soy Mora porque así lo decidí cuando los Moros Bereberes me ofrecieron ser parte de ellos y siempre estaré agradecida a ese ofrecimiento.  Quiero que estas líneas sean un reconocimento a los Moros y Moras Bereberes, pero también un homenaje a mis 21 compañeras. No es momento hacer relación de todas  ellas, pero si estais   leyendo estas líneas,  quiero que sepáis  de mi cariño hacia todas vosotras.

 Gracias.  

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