Estuve estudiando en Nantes con una beca Erasmus

  • 26 junio, 2015
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Estuve estudiando en Nantes con una beca Erasmus

Mateo Gandia estuvo desde enero hasta junio en la Universidad de Nantes (Francia)  cursando el segundo cuatrimestre de tercero de Grado en español. Hace dos semanas llegó a Villena con un buen nivel de francés, más solidario, con otra percepción del país vecino, con la maleta llena de experiencias y con la posibilidad de volver para trabajar o, incluso para establecerse definitivamente.

P.- ¿Por qué te marchaste?

R.-Me marché para realizar mi Erasmus, para hacer una parte de mi carrera en Francia.

P.-¿Has coincidido con otros vecinos  de Villena?

R.-No, más allá de los que han venido a visitarme. Lo más cercano ha sido encontrarme con un chico de Aspe en el tranvía o que en mi grupo de amigos de aquí haya una francesa cuyo padre es de Elche.

P.-¿Qué echabas de menos de Villena?

R.-Se echan de menos cosas cotidianas, como tomarte una cerveza en una terraza con los amigos o ir a comer los domingos a casa de la abuela. También fastidia que pasen cosas que te da la sensación que te estás perdiendo y en las que desearías estar, como el cumpleaños de mi abuelo, una fiesta señalada de tus amigos de toda la vida, el ecuador festero o el ir a las fiestas de Biar, que ya es tradición en mi familia desde que una parte de ella vive allí.

Pero, sobre todo, echo de menos el buen tiempo.

P.- ¿Cuánto tiempo estuviste fuera de España?

R.- Un poco más de cuatro meses

P.- ¿Has vivido en otros países?

R.- Nunca de esta manera, establecido totalmente, aunque ya pasé un mes en el norte de Francia en 2011 viviendo con una familia de acogida, dentro de un programa del Ministerio de Educación español.

P.-¿Qué es lo que más te gusta de Francia?

R.- Me gusta mucho la cultura, especialmente la arquitectura y la distribución de las ciudades, la comida y lo que tiene que ver con literatura, cine, espectáculo… Me gusta también la gente, que en su mayoría es muy acogedora.

P.-Y ¿qué es lo que más te ha sorprendido?

R.-El vivir en el extranjero es un continuo descubrir cosas nuevas, especialmente las primeras semanas. Me ha sorprendido el descubrir que, aunque hay cosas pequeñas y anecdóticas que nos diferencian, en lo general somos países muy parecidos: que los jóvenes se parecen bastante a los jóvenes españoles en sus aspiraciones y en sus ganas de pasarlo bien. En Francia, también sufren una crisis política, que el sentimiento patriótico está bastante deteriorado, que también hay regiones que no se sienten del país al que pertenecen (la Bretaña, especialmente, que tiene mucha influencia en Nantes por la cercanía), etc. Incluso te sorprende que en un país al que los españoles consideramos más “avanzado” hay muchas cosas que funcionan peor, como el sistema universitario (a excepción del sistema de becas, que aquí es mucho mejor) o el sistema sanitario.

P.-¿Te resultó difícil encontrar un trabajo fuera de España?

R.-Lo cierto es que no intenté encontrar trabajo pero sé que no es demasiado difícil encontrar trabajos para los estudiantes, como cuidar niños o ser profesor de español.

En cuanto a encontrar un sitio para hacer mi Erasmus en Francia, lo cierto es que sólo podía elegir entre París (demasiado caro y no muy práctico para un estudiante) y Nantes. No fue difícil que me aceptaran, de hecho fui el único que lo solicitó.

P.-¿Cómo valorarías la experiencia en el extranjero?

R.-Es una experiencia que te enseña muchas cosas, que te pone a prueba en ocasiones, que te exige que te soluciones tú las cosas, aunque siempre cuentes con españoles o con franceses que te echen una mano. Además, te permite sumergirte a fondo en un país distinto y enriquecedor, conocer su día a día y viajar por él, comprobando que hay  cosas que dabas por ciertas sobre este país o sobre la experiencia de hacer un Erasmus no son tan ciertas y que hay cosas que no te imaginabas pero que son muy habituales. Te ayuda también a ser solidario con aquellos que están perdidos en algo, porque tú también lo estuviste y te ayudaron. Te ayuda, ante todo, a abrir tu mente ante las diferencias que hay entre las personas porque tú eres el diferente aquí, y además te mueves por sitios en los que a menudo hay gente de muchos países con la que no siempre tienes una lengua común para comunicarte.

P.-¿Las aficiones que has llevado a cabo, difieren mucho de las que realizabas en España?

R.-Mis aficiones no cambiaron demasiado. Salía  a correr , leía, veía películas, etc. Sin embargo, añadí otras costumbres, como el hacer “soirées”, que es la costumbre francesa de juntarse los amigos en casa para cenar, beber, jugar, etc., es decir, de hacer la fiesta en casa. Lo que sí que es cierto es que tus aficiones y costumbres se tienen que amoldar a los horarios y al tiempo del país, y para eso nada mejor que hacer lo que hacen los franceses para divertirse.

P.-¿Recomendarías este tipo de experiencia a otros vecinos?

R.-Sí, Villena se ve más bonita desde la distancia, jajaja.

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