El Salicornio se concentrará una vez al mes para reivindicar La Torre del Orejón

En Villena el curso o temporada comienza siempre después de fiestas de septiembre, es como si fuera primera de año, nuevos proyectos, nuevas ilusiones… 

El Salicornio a raíz de una noticia que nos llegó de la capital de las palmeras en el emblemático día 4 que fuera, y aunque nuestras fiestas nos envuelven en todos los aspectos y olvidamos el resto de noticias, no podíamos más que alegrarnos por una noticia recibida desde el archivo histórico de Elche. La imagen de la torre del Orejón aunque es un dibujo nos llena de orgullo y nos refuerza en creer que la torre del Orejón no es una quimera, su recuerdo aparece como cuenta gotas para que sigamos en la lucha de su recuperación. Desde el foro cultural el Salicornio siempre hemos tenido la inquietud de que antes o después nos llegarían estas señales de la torre, lo cual nos ayuda a seguir empujando en su recuerdo y junto con el resto de villenenses tomaremos el camino en su pronta construcción.

En la vuelta a la rutina de las reuniones de los últimos jueves cada mes, además de temas generales y comenzar con la lluvia de ideas para la próxima recreación del 499 aniversario, el tema principal fue la Torre del Orejón. En este curso y hasta que se consiga que el proyecto de construcción de la torre de un paso adelante, el Salicornio va a estar muy encima y va a emprender acciones puntuales para que los gobernantes den explicaciones, pues los partidos a lo largo de estas últimas décadas han manifestado en sus programas la construcción o han presentado ideas para que la torre sea una realidad, y la realidad es que no se ha avanzado nada al respecto.

El Salicornio todos los últimos jueves de mes a las 19.45 horas, propone reunirse en el lugar donde estuvo la torre y hacer un llamamiento a la población para que se una a esta manifestación pacífica de reivindicar la añorada Torre del Orejón.

El Salicornio

Antaño, por doquiera, en el vecindario de los pueblos cercanos, se oía exclamar: «Vamos a ver el Orejón!» En la plaza del mercado había una torre de estilo barroco, y en ella estaba el reloj público. Al toque de las horas, asomaba la grotesca y orejuda cabeza por un ventanillo, el legendario personaje, admiración de los campesinos forasteros que venían a las ferias.

Pero el progreso inexorable, y los progresistas de Villena, por los años 1888, derribaron la torre, juzgando sin duda incompatible con la cultura de la ciudad aquel resto burlesco de otras edades. Así es que hoy ya no se puede exclamar más que: «¡Vamos a la feria! ¡A la feria de Villena!»

El tren de Alicante restituyónos presto a Sax, y a las ocho de la noche me hallaba ya de vuelta en mi familiar retiro, entregando a mis pequeñuelos los dulces y juguetes, grato recuerdo de la renombrada feria.

Francisco Juan y Marco

Extraído del libro… DE TODO UN POCO 1923