El mar y el futuro
- 30 noviembre, 2019
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La cosa hoy va de escritores, de buenos, de grandes escritores, de esos que no hace falta irse muy lejos para encontrarlos. De hecho, los tenemos aquí, en nuestra ciudad y cuentan con un grupo de entregados lectores que acudimos fielmente cada vez que nos proponen un nuevo proyecto.
Es el caso, por ejemplo, de Pedro Villar, a quien alguna vez he traído ya a este espacio. El pasado 24 de octubre presentó en nuestra querida biblioteca Miguel Hernández, ese lugar mágico que siempre está dispuesto para que la palabra encuentre su propia voz, su última joya, Los espejos del agua, un poemario en el que el mar tiene una trascendencia vital, como dejó bien claro el autor durante el acto.
Encuentro en este libro un viaje íntimo de Pedro hacia sus orígenes, hacia sus recuerdos, hacia su manera de entender el espíritu humano como parte ineludible e inseparable de la naturaleza. Hay versos que te desarman, que te abren el alma, que la mecen en cada palabra como el rumor de las olas del mar que susurran en todas las páginas, en todos los poemas, en todas las estrofas.
Confieso que cuando me enfrenté al libro, comencé anotando los poemas que más me gustaban, pero tuve que desistir: hay muy poco que desechar en Los espejos del agua. Y, a pesar de todo, elijo uno de ellos como muestra de la profundidad en que transitan los versos de Pedro: Busqué silencios rotos,/ gestos olvidados que el mar devuelve,/ la memoria del agua en cada rostro,/ palabras que temblaron en los besos,/ en la infinita luz de los océanos.
Es el caso también de Ismael Santiago, escritor que se mueve en un terreno completamente distinto y que, a diferencia de Pedro, su trayectoria literaria es breve. Breve, sí, pero intensa. De hecho, su novela Inmemorian ha resultado ganadora del premio de novela que Amazon viene organizando desde hace seis años y que, con cada nueva edición, gana en prestigio e importancia.
Y lo ha hecho con todos los merecimientos, con gran lucidez pero, sobre todo, con la humildad que siempre lo ha caracterizado y que es una de las virtudes que le ha permitido mejorar su escritura tanto en tan poco tiempo.
Destacar entre las más de dos mil cuatrocientas novelas que han participado en 2019 habla mucho y bien de la historia urdida por Ismael. Inmemorian cuenta con una trama futurista que nos invita a plantearnos muchos dilemas morales, al tiempo que nos introduce en una adictiva investigación policial de difícil resolución.
Poesía y novela. El mar que nos empuja a conocernos a nosotros mismos o un futuro verosímil que nos espera a la vuelta de la esquina. Dos lecturas sugerentes en las que merece la pena zambullirse.