El auténtico arte de regalar

Adornos, canciones, dulces deliciosos…Son algunas de las cosas que nos acompañan cada año en Navidad. En esta época nos envolvemos de buenas vibraciones y a muchos les puede entrar la fiebre navideña; una epidemia muy positiva cuyos síntomas son el buen humor, el optimismo y las ganas de pasar un rato agradable con la familia y amigos.

Sin embargo, hay otro símbolo que está más que presente en esta época: el regalo. Es en estos días vemos mareas de personas por los comercios, adquiriendo obsequios para sus seres queridos. En un principio puede parecer que hay una finalidad inocente: le regalamos a alguien algo porque creemos que “eso” le va a gustar. Pero en realidad, queda latente otro fin mucho más curioso: el de crear un vínculo entre quien da y quien recibe, llegando a mejorar nuestras relaciones personales con otras personas que despiertan cierto interés por nuestra parte.  

Desde tiempos inmemoriales, la práctica de ofrecer presentes ha estado presente. No debemos olvidar que en la Biblia está escrito que los Reyes Magos ofrecieron incienso, mirra y oro al niño Jesús  por su nacimiento. Y este hecho hace que cada año muchos niños reciban su regalo en la noche de Reyes.  

Con el paso de los años, las tradiciones sobre regalos se han ido transformando debido a la evolución de la sociedad. El regalo ha pasado de ser un mero obsequio a ser un agente que acelera los canales de consumo, favoreciendo a los sectores mercantiles que giran en torno a la Navidad. No olvidemos que existe la leyenda urbana de que el color del traje de Papá Noel cambió porque Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la imagen de Santa Claus.  

Pero este hecho del que hablamos está cambiando a pasos agigantados. Hoy en día vivimos en un contexto de crisis económica, y debido a esto, están volviendo tradiciones que enfatizan lo mejor de la Navidad: el hábito de compartir y de estar uno con los suyos. Por ello han aparecido opciones para regalar donde no hace falta invertir demasiado dinero y se puede fomentar el pequeño comercio al mismo tiempo. Hablamos de los regalos “do it yourself” o “hechos a mano”. Nosotros mismos podemos comprar o reciclar algunos materiales y realizar nuestros propios portarretratos, broches o incluso juguetes.

El hecho de tener la capacidad para pensar en algo diferente, hace que tengamos una buena oportunidad para emplear la creatividad. Así que, echémosle imaginación. Porque regalar es un auténtico arte y en Villena tenemos mucha creatividad. Seguro que podemos hacer regalos únicos, donde lo importante no sea lo material, sino lo emocional y el cariño por los demás.

Rosalía López