Dos jóvenes villenenses, voluntarias en los Territorios Ocupados, nos acercan de primera mano al conflicto palestino-israelí
- 30 diciembre, 2011
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El próximo miércoles 4 de enero a las 20:00 horas se llevará a cabo una charla en el edificio de la Tercia sobre el conflicto palestino-israelí. Las ponentes serán dos jóvenes de Villena, las hermanas Laura y Marta Torres Gandía, que el pasado verano se desplazaron a Israel y a los Territorios Palestinos Ocupados con un proyecto de reconstrucción de casas.
El viaje fue posible gracias al ICAHD (Comité Israelí contra la Demolición de Casas), a la Asociación catalana Pau Ara y a una subvención del Ministerio Español de Desarrollo y Cooperación. Durante tres semanas las voluntarias pudieron conocer de primera mano la situación actual en los Territorios Ocupados y el difícil conflicto que se vive allí desde hace más de sesenta años.
En Jerusalén Oriental y el resto de Cisjordania las viviendas palestinas declaradas como “ilegales” por las autoridades israelíes pueden ser demolidas en cualquier momento, sin previo aviso y sin compensación alguna para sus habitantes. Según las Naciones Unidas, se demolieron 270 estructuras en Cisjordania solo en 2009 y casi la mitad de las 40.000 casas palestinas de Jerusalén Oriental tienen una orden de demolición del gobierno israelí. Junto a un total de 30 cooperantes de toda la geografía española, las jóvenes villenenses colaboraron con obreros locales en la reconstrucción de varias de estas viviendas.
Además del trabajo de reconstrucción que se realizaba en Jerusalén, el grupo pudo desplazarse también a otros lugares clave como Belén, Hebrón, Galilea, el Valle del Jordán, Bilin o Ramala y entrevistarse con las diferentes partes del conflicto. Como resultado del viaje, Marta y Laura han vuelto cargadas de experiencias y una nueva mirada sobre la sociedad palestina e israelí. En la charla, estas jóvenes explicarán brevemente el conflicto y sus raíces y se centrarán en relatar la compleja situación que allí se vive a partir de lo que ellas pudieron ver y sentir durante esas tres semanas.