Discurso Nuria Ferrándiz, Arracada de Oro 2022
- 6 diciembre, 2022
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Respetado jurado y autoridades presentes, familia, amigos, amigas y público en general. Gracias a todos por estar aquí y acompañarme en este momento en el que recibo este inmenso honor, como es, el premio Arracada de oro 2022. Mi eterno agradecimiento por ello.
Recibir esta arracada es literalmente conectarme a mi tierra, enraizar con mis orígenes, fundirme con esta ciudad y sentir que muchas personas buenas, trabajando muy duro han hecho que hoy podamos estar aquí. Esta arracada es símbolo de superación, de cuidado, de manejo de técnicas avanzadas para su momento. Esta arracada es fruto de esa búsqueda de la mejora constante. Es un objeto valioso, que perdurará en el tiempo, por su belleza y espectacularidad.
Este reconocimiento no es solo para mi persona, por extensión lo es para el colectivo de mujeres y hombres que trabajan en ciencia, con la esperanza de generar conocimiento que se traslade en mejorar nuestra calidad humana. El progreso de la ciencia nos ha permitido superar una pandemia, con el esfuerzo titánico de muchos colectivos y en especial, el del personal científico y sanitario. Aunando esfuerzos superamos barreras en un tiempo inimaginable, compartimos conocimiento como nunca antes se había hecho y trabajamos conjuntamente para desarrollar nuevas formas de tratamiento.
Los esfuerzos en ciencia no siguen una línea recta, en la mayoría de las ocasiones es el cúmulo de muchos resultados o experimentos fallidos que eventualmente generan un paso al frente. Es importante seguir haciéndose preguntas y mantener viva la CURIOSIDAD, porque la trayectoria científica es una dura carrera de fondo donde en ocasiones existen muchos obstáculos que impiden lograr los resultados esperados. Es, en esos obstáculos, donde las personas que nos dedicamos a la ciencia desarrollamos nuestra fortaleza y resiliencia para seguir avanzando. Un científico o una científica crece ante el fracaso porque sabe que cada uno de ellos te coloca más cerca del éxito, y sobre todo, te impulsa a pensar de forma crítica. La pandemia ha sido un claro ejemplo para demostrar lo importante que es invertir en ciencia para tener las herramientas que nos permitan estar preparados y libres. No habrá ningún avance en enfermedades como el cáncer, sin un apoyo decidido y continuado a la investigación. Y esto requiere financiación, inteligencia política y consolidar la confianza en la ciencia. Desconocemos qué avances habrá en las próximas décadas, pero desde luego no habrá ninguno, sin un apoyo decidido y continuado a la investigación.
La lucha científica contra el cáncer no tiene otro camino que ir afrontando los problemas uno por uno. Esto no significa que la enfermedad vaya ganando a la ciencia. Cada día conocemos nuevos progresos que aportan nuevas soluciones. Y es en ello, en lo que mi equipo y yo trabajamos, comprometidos y convencidos de que el cáncer es una enfermedad parcialmente curable hoy y confiamos que completamente mañana. Esto será posible a través de una medicina personalizada y un diagnóstico más precoz.
Mi otro gran compromiso es con las nuevas generaciones, y en especial con las niñas y mujeres en ciencia, a ellas me dirijo ahora, para decirles que mantengan activa la curiosidad,
haceros preguntas y fijaos metas que os hagan seguir un rumbo sin importar lo complicado, que sea el camino, aferraros a vuestros sueños, porque el esfuerzo personal os hará más libres y críticas, consiguiendo al final la recompensa. Me gustaría transmitiros el lema que la sociedad Española Contra el Cáncer abandera, y que me gustaría grabar en vuestra memoria: “¡si yo puedo, tú puedes!”
Mi andadura comenzó en los colegios de primaria y secundaria de muchos de los aquí presentes. Soy primera generación de muchas cosas y provengo de una familia obrera que tenía que hacer muchos números para que yo recibiera una educación superior, y que, aun así, no habría sido posible sin cada una de las becas y ayudas que recibí tanto en mis estudios universitarios como en mi fase de formación doctoral. Mi experiencia en universidades como Harvard, SUNY, Imperial College y ahora en la universidad de Warwick, me han enriquecido mucho profesionalmente. Trabajar con las mejores tecnologías y grandes expertos en este campo, ha abierto mis horizontes y han hecho de mí, la científica que soy ahora. Sin embargo, me gustaría puntualizar que la base, esa formación que nos hace competitivos, esa la adquirí aquí, en España, con una educación pública y gratuita.
Con esto, quiero decir que tenemos un sistema educativo, sanitario y científico muy capacitado y preparado para desarrollar productos de calidad. Atraer talento y retener talento es necesario para enriquecer la cultura del conocimiento y alcanzar una comprensión profunda de la naturaleza que permita abrir aplicaciones médicas y tecnológicas con poder transformador. Este horizonte es el que abanderan nuestros jóvenes, pero para ello es necesario ofrecerles un país competitivo y brindarles apoyo institucional, formativo y personal.
En este apoyo personal e incondicional es donde quiero acabar este discurso. Este reconocimiento es sobre todo para mi familia, mis amigos y amigas, esas personas que han vivido todas mis idas y venidas, esas personas que han seguido cada uno de mis pasos y me han brindado sus atenciones y cuidados, haciéndome sentir que estaba cerca de casa, de mi gente y de mi tierra. Gracias.
No puedo acabar sin darle mi eterno agradecimiento y mi gratitud infinita en este reconocimiento, a mi mejor mitad, mi compañero de viaje, el que ha hecho de mis ambiciones las suyas. Gracias por apoyarme y por creer en mi persona y en mi trabajo, y sobre todo por saber endulzar cada uno de los “No puedo” o “Llego tarde” a nuestros tres grumetes, ellos son el motor de mi existencia, por lo tanto, gracias, gracias y mil gracias por hacer volar mis sueños.
Larga vida a la ciencia y larga vida a Villena y su gente.
Nuria Ferrándiz-Díaz