Diario de una madrina. Mi regalo para Laura
- 31 mayo, 2018
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La conocí la mañana del 9 de septiembre de 2017. Tras la despedida de la Virgen y el almuerzo con sardinas y huevos, acercarse al Ayuntamiento se había convertido en una tradición. Era el momento de abrir sobres y conocer a la Regidoras de las próximas fiestas. Todo un ritual, el alcalde cierra tras de sí la puerta y a la prensa nos hace esperar mientras comentamos los últimos acontecimientos de los Moros y Cristianos. También aguardan allí las Regidoras, las que están a punto de dejar de serlo. Agotadas, con la inútil esperanza de que el azar les permita disfrutar algo más del cargo.
Una vez se abre la puerta, las prisas por saber quiénes son las nuevas elegidas se suceden. El alcalde llama a la niña primero y los gritos de su familia se escuchan a través del auricular. Para 2018, la Regidora Infantil era Sara, una pequeña pirata que cursa estudios en el Grec. La segunda fue para Laura, también pirata y que acaba de terminar sus estudios de magisterio infantil.
No recuerdo bien qué dijo ni qué se escuchó a través del manos libres. Estaba pendiente de salir corriendo e intentar dejar el trabajo hecho antes de comer para disfrutar de una tarde que se preveía intensa.
Sin embargo, recuerdo bien la primera vez que vi a Laura. Estaba en la puerta de su casa. Su actitud ya decía mucho de la Regidora que quería ser. Estaba nerviosa pero lo disimulaba con entereza. Parecía que conocía de toda la vida a la gente que se iba acercando y que nunca había visto. Estaba en la calle, esperando, ni dentro de su casa donde le aguardaba una multitud de amigos y familiares que ya habían conocido la noticia, ni en el quicio de la puerta temerosa de lo que le venía encima. Laura no aguardó al que el alcalde le llevará el ramo de flores, ella fue a su encuentro. Me llamo la atención.
La Regidora de Villena 2018 mostró su carisma desde el primer momento, dispuesta llevar el timón de su cargo, a no dejarse amedrentar por nada ni por nadie. Siempre con una sonrisa en el rostro y decidida a manejar su destino, a pilotar los meses que íban a marcar un antes y un después en su vida.
Fue el alcalde el que hizo los honores y le dijo: «Mariví es la madrina de los Cristianos». Laura me miró, me saludo y me dio dos besos. No sé qué impresión le pudo causar aquella persona vestida de cristiana con prisas y cargada de cámara de fotos, libreta y boli y que ya le había preguntado por toda su vida: la edad, el trabajo, los estudios. Me fui con la intuición de que conocer a Laura iba a ser muy interesante. Y hasta ahora no me ha defraudado un ápice.
Después de aquel encuentro se han sucedido muchos más. Ya he dicho que a veces salgo de piel de actora y paso a ser una espectadora. Y he de confesar que me pasa mucho con Laura. La observo desde la distancia y me asombra la capacidad que tiene de esbozar una sonrisa; me enternece la paciencia que muestra con las más pequeñas, que siempre andan rondándola; me seduce como escucha a los demás, la atención que pone, da lo mismo del tema que le estén hablando, ella siempre escucha.
Desde el minuto uno en que la banda cayó sobre sus hombros, Laura estableció su liderazgo con determinación y con amabilidad. Las madrinas eran un grupo diferente, diverso, con emociones muy distintas, con trayectorias vitales equidistantes, la mayoría entre la universidad y Villena y otras entre Madrid y su pueblo natal e incluso una que nos echa mucho de menos desde la Gran Bretaña. Laura se tomó la decisión de que seríamos una piña y en ello ésta, a punto de conseguirlo.
Es la primera en cualquier acto y de las últimas en abandonar la fiesta y así se ha ganado el cariño de todos los cargos festeros 2018. En un concurso de parchís, ahí está Laura; que se tienen que montar las mesas para comer, ahí está Laura; que más de uno queda a cenar, ahí está Laura y todo ello combinado con su extensa agenda protocolaria. Laura es incansable.
Si he de ser brutalmente sincera, nunca he sido una gran defensora del cargo de Regidora. No me molesta pero, en ocasiones, me chirria el papel que cumplen como mujer florero. Sin embargo con Laura no he tenido esa sensación. Se muestra fuerte, segura, sin necesidad de hacer esfuerzo alguno en demostrar quién o qué es. Asume el rol para el que se le ha elegido y deja atrás con facilidad las cuestiones que le lastran. Es una mujer de su tiempo y lo demuestra.
Quizás este retrato no sea un dibujo al uso, dulce, amable … Ni siquiera sé si mi descripción se ajusta a la realidad, sólo es la percepción de alguien que te conoce menos de ocho de meses. Sin embargo, has logrado mi respeto, te has colado en mi corazón y ocupas un espacio relevante entre esos benjamines que me llevan de cabeza.
El 2 de junio es una fecha especial en este calendario intenso de 2018 ya te lo han dicho por activa y por pasiva disfruta de este momento y de otros que están por llegar. Y añado: Se tu misma, pon tu sello en cada instante, despliega tu creatividad para ganarte el corazón de los más cercanos y de los más lejanos y así serás algo más que una foto en el salón de actos de la Casa del Festero. Para los que te conocimos el día 9 de septiembre ya eres alguien muy especial y una gran festera.
Para Laura.