Cómo hacer añicos un sueño que duraba 20 años
- 8 noviembre, 2011
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Mi padre, Pedro Mateo Melenchón, ha tenido el honor de ocupar el puesto de Abanderado de la Banda de Música Municipal de Villena desde el año 1992. 20 años que le han llenado de orgullo e ilusión cada vez que portaba su querida bandera. Con ese buen hacer qué sólo él tiene. Con esa gracia y ese porte que le caracterizan. A su paso todo eran aplausos y enhorabuenas y él se sentía orgulloso de portar la Bandera de su querida Banda de Música.
En los últimos tiempos no ha podido ocupar este puesto tanto como le gustaría ya que, por culpa de una baja médica, le era imposible hacerlo. El no poder desfilar con la bandera le suponía un gran sacrificio, puesto que es algo que le llena y le encanta hacer. Estando de baja médica poco podía hacer y se vio obligado a renunciar a la bandera durante un tiempo. Mientras que mi padre se encontraba de baja, otro miembro de la Banda le sustituyó con sus labores de abanderado, siempre quedando claro que se trataba de una sustitución transitoria hasta que mi padre pudiera hacerlo de nuevo.
Ser Abanderado supone un nombramiento y un procedimiento que en mi opinión no debería de olvidarse, aunque parece que la nueva Comisión de la Banda de Música ha olvidado todos los procedimientos que existen. ¿Por qué les digo esto? Pues porque a mi padre le han robado la ilusión que sentía cuando portaba esa bandera, cuando el día 5 de septiembre, con los primeros toques de bombo la alzaba al viento, bien arriba, para que todos la vieran, cuando la levantaba y recorría las calles villenenses, orgulloso y feliz. Todo eso se lo han robado, sin motivo y de la forma más inoportuna posible.
Hasta ahora, el Patronato del Conservatorio se ocupaba de nombrar a la persona que iba a tener el honor de portar la bandera de nuestra Banda de Música. Hasta el pasado viernes 28 de octubre, en el que la Comisión actual de la Banda echó por tierra todos los procedimientos existentes hasta el momento, y con ellos, hizo añicos la ilusión de mi padre, que es lo que a mí y a mi familia más nos duele.
En 1992, hace 20 años, mi padre manifestó el deseo de ser Abanderado, una vez que había cesado el que hasta ese momento realizaba la labor. Hasta ahora los abanderados siempre habían sido nombrados por el Patronato del Conservatorio, una vez que el anterior cesaba en el cargo, por propio deseo. Mi padre, al conocer que el abanderado había dejado libre el puesto, acudió al que entonces era Director de la Banda, D. Vicente Pérez Pellicer, y le comentó el deseo de ser el nuevo Abanderado de la Banda de Música de Villena, puesto que hasta ese momento nunca había sido ocupado por un músico en activo de la Banda. (Mi padre había sido músico hacía años pero por circunstancias llevaba unos cuantos sin serlo). Tras el consentimiento del Director, se propuso al Patronato que nombró a mi padre con dicho cargo.
Sin embargo, en Fiestas de septiembre de este año, 2011 y aunque mi padre ya estaba recuperado de su baja médica, se le comunicó que el chico que le estaba sustituyendo quería ser el Abanderado, y no le permitieron salir en el puesto que por nombramiento y por experiencia (no olvidemos todos los años y la ilusión que ha este puesto ha dedicado) le corresponde.
Este fue un duro mazazo para mi padre, que esperaba ansiosamente que llegase ese día 5, para olvidar todos sus problemas y preocupaciones y ser feliz portando su querida Bandera, acompañando a su Banda.
Pero los disgustos no acabaron estas Fiestas. La Comisión de la Banda, en uno de los ensayos, le indicó a mi padre la intención de realizar una votación popular de la Banda para elegir al abanderado entre él y el chico que le sustituyó (que no olvidemos dio su palabra de que sólo le estaba sustituyendo y no pretendería su puesto). Movidos por no sé qué intención, se habían propuesto arrebatar a mi padre el puesto que era suyo, y lo peor es que lo han conseguido.
Tras la intención que mostraron de realizar una votación popular, mi padre comentó conmigo y mi familia su preocupación y su desilusión por lo que estaba pasando. Con el fin de que el Patronato, organismo que hasta ahora había nombrado a los abanderados, supiese lo que estaba ocurriendo a sus espaldas, remitimos dos cartas, llevadas personalmente al registro del Ayuntamiento, con su correspondiente entrada en el mismo. Una de estas cartas iba dirigida al Alcalde de Villena, Presidente del Patronato del Conservatorio Municipal, y la otra a la Concejala que se ocupa de los temas de la Banda.
El pasado viernes, 28 de octubre, se convocó a la Banda para la votación popular de elección del abanderado. Ese mismo día, la concejala citó a mi padre en su despacho a las 13.30 horas para hablar del tema. Más de dos horas estuvo mi padre esperando que le recibiera, pero la Concejala no acudió a la cita. Indicó que le llamaría por teléfono a las 16 horas de ese día y seguimos sin recibir ninguna llamada que nos indique qué podemos hacer al respecto de los acontecimientos que han sucedido. Nos sentimos indefensos y atacados. ¡Mi padre es Abanderado de pleno derecho! ¡Ha invertido mucha ilusión y esfuerzos en este puesto! ¡No es justo que se lo arrebaten así! ¿Por qué no se nos ha atendido cómo nos prometieron que harían?
La noche del 28 de octubre, se llevó a cabo la votación y, como ya suponíamos, muchos jóvenes apoyaron la candidatura del sustituto para convertirlo en abanderado. Sólo hubo una diferencia de 7 votos, muchos aparecieron en blanco, lo que queremos creer que significa que no estaban de acuerdo con la votación. Mi padre recibió muchos y buenos apoyos de sus compañeros de la Banda, de los de siempre, de los que saben que históricamente las cosas no se hacen así. De los que tienen experiencia y conocen la trayectoria de la Banda de Música. Los apoyos que él necesitaba.
A pesar de los apoyos, a partir de ese momento mi padre perdió una parte de su vida. No pensaba permanecer muchos años más como abanderado, ya que los años van pesando y es una tarea dura, pero nunca habría imaginado que le arrebatarían su puesto de tal forma. Consideramos que si tenía que ser cesado debía ser el organismo mismo que le nombró quién lo hiciera.
Durante la votación, mi padre pidió ver los estatutos, que no llevaron en ningún momento. Se le dijo que había un estatuto de 1978 en el que se indicaba que la Comisión podía solicitar una votación popular a la Banda. Mi padre no lo cree, conoce la historia de la Banda al dedillo. En 1978, siendo Director D. Manuel Carrascosa, no existía la Comisión de la Banda, por lo que dudo que pueda ser nombrada en ningún estatuto de aquel año.
Como ven, han ocurrido una serie de cosas que queríamos que fuesen del conocimiento de Villena porque creemos que no se han hecho correctamente y lo único que nos queda es contar nuestra historia, tal y como ha pasado. Mi padre no para de recibir preguntas de por qué no ha salido de abanderado en las últimas fiestas, recibe mucho cariño y eso es de agradecer. Simplemente queríamos hacerles llegar los acontecimientos que han ocurrido, para que juzguen ustedes mismos y conozcan lo que ha pasado.
En cuanto al nuevo abanderado, le damos la enhorabuena y le deseamos que disfrute de tan honorífico cargo, pero esperamos que no olvide que su elección no ha sido todo lo limpia que debería. Si ahora se ha abierto la posibilidad de las votaciones, cualquiera puede presentarse a abanderado ¿no?
Papa,
¡Para nosotros siempre serás el mejor abanderado que ha tenido la Banda de Música de Villena! ¡Porque lo llevas en tu corazón y lo has hecho de pleno derecho! ¡Porque has puesto toda tu ilusión y tu fuerza en llevar esa Bandera como tú sólo sabes hacerlo!
Te queremos y te apoyamos. ¡Estamos contigo!