Casi tres horas de romeria por el camino tradicional

Los villeneros mostraron ayer su devoción por la Virgen de las Virtudes. Las primeras estimaciones municipales hablan de más de 20.000 romeros, los que acompañaron a la patrona de Villena desde su santuario hasta la iglesia de Santiago en el centro de la ciudad. Allí estará hasta el 9 de septiembre, último día de los Moros y Cristianos en que volverá por el mismo camino, pero en sentido inverso a su residencia habitual.

Aunque la romería comenzó oficialmente a las seis de la tarde, horas antes los peregrinos llegaban en masa al santuario. Muchos de ellos, como el alcalde, Javier Esquembre y las Regidoras, Cinthya Urbano y Marta Domene, para escuchar misa y acompañar a la patrona en sus primeros metros desde el altar hasta la portalada. Allí, le esperaron los miles de peregrinos que iniciaron su caminata.

Desde hace diez años, la patrona viaja a la iglesia arcedianal, el último domingo del mes de agosto. Antes lo hacía el 5 de septiembre coincidiendo con la Entrada de Moros y Cristianos. Fue la Junta de la Virgen, que cumple este año el 175 aniversario de su fundación, el organismo que decidió variar la fecha para que la romería fuese el acto multitudinario que en la actualidad es.

La peregrinación de 2013 ha contado con el beneplácito del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil que, en un principio, se negó a que el traslado de la Virgen cortará por unas horas la carretera de Pinoso, la CV-813, que desde el mes de junio es la vía de acceso a la estación del tren de alta velocidad. Los romeros llegaron a la ciudad por el recorrido tradicional, que transita por el vial de Pinoso, mientras que los vehículos accedieron a la estación por una desviación provisional.

Cruz Roja preparó tres ambulancias dispuestas en puntos estratégicos así como un puesto de coordinación en la explanada de la ermita de San Bartolomé. Los veinte voluntarios que movilizó la ONG cuentaron con dos vehículos de apoyo y uno adaptado. Su coordinador, Javier Gandía, indicó que «la romería es un acto muy tranquilo, con sólo alguna que otra picadura o torcedura».

Por otra parte, 20 voluntarios de Protección Civil velaron por la organización mientras que unos seis efectivos de la Policía Local ordenaron el tráfico de vehículos y personas en la romería y otros tantos, esperaron en el casco urbano a que llegue la patrona.