Aviana en Villagordo del Júcar
- 6 noviembre, 2017
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El 5 de noviembre de 2017, un total de 47 socios y amigos de Aviana se desplazaron hasta Villalgordo del Júcar en la provincia de Albacete, para realizar una bonita ruta de 20 km, descubriendo una zona muy interesante por su naturaleza y también por su historia.
Villalgordo del Júcar es una población a 49 km. de Albacete, cerca de La Roda. Su situación en la vega del río Júcar le confiere una singular vegetación de ribera, encontrándose la población rodeada de pinares y campos de cultivo de secano.
Se inició la ruta en el pueblo de Villalgordo , por la orilla izquierda del río en dirección a las hoces del Batanejo. Toda la ruta es cómoda, muchas veces por pista y otra por senderos, pasando por un camino que discurre paralelo al río, atravesando una gran zona de vega donde se cultivan gran variedad de productos hortícolas. El rio presenta numerosas azudes que surtían de agua a antiguas pequeñas centrales hidroeléctricas, que confieren un paisaje variado y sonoro. Frente a un azud realizamos un descanso para almorzar.
El otoño con el ocre como color característico, unido al sonido del agua y a un sol radiante nos acompañó toda la mañana y nos animó a tomar numerosas fotos. A mediodía, hicimos un descanso para comer, en el parque “Hondo del Río”, de titularidad municipal. Allí hay una población de ocas y patos que nos acompañaron durante nuestro descanso.
En último lugar, el grupo se dirigió a visitar las ruinas del Palacio de los Gosálvez. de estilo Versallesco francés, construido a finales del siglo XIX (1842). Santiago Gosalvez instalo una fábrica de harinas, otra de hilados y la 2ª fábrica de papel continuo de España. Como curiosidad Villalgordo fue el segundo municipio de España en tener luz eléctrica. Actualmente, el conjunto de edificios está prácticamente derruido, aunque dejan ver la majestuosidad que tenían en su época. También es impresionante su entorno natural, con centenarios arboles como los plátanos de sombra, que alguno, entre más de siete personas no alcanzaban a rodear con los brazos extendidos y que están en el catálogo de árboles singulares.
Una ruta espectacular y muy especial, con una temperatura magnifica para la práctica del senderismo y en la que también nos hemos impregnado de historia. La compañía y buen ambiente de Aviana convirtó este día en una jornada muy especial.