Aviana en Santa Ana, Jumilla

La segunda ruta de Avina de esta temporada, tuvo como destino la sierra donde está ubicado el monasterio de Santa Ana a 6 km. de Jumilla. Ruta de gran interés, que discurre por un área montañosa de gran belleza paisajística y alto valor ambiental. Allí se encuentra un convento franciscano (s. XVI), en pleno corazón de la sierra, en la umbría del Picacho y junto al manantial de la fuente de la Jarra.

Dejando los coches en el aparcamiento del monasterio, comenzamos la ruta caminando por la pista forestal de santa Ana. Al principio la ruta trascurre por la umbría por lo que la temperatura era más fría, pero conforme avanzaba el día, el buen tiempo nos ayudó a disfrutar de las magníficas vistas del valle de Jumilla. En este tramo, la ruta transcurre por el GR-251 llamado Camino de la Vera Cruz hasta llegar en suave ascenso a la fuente de la Buitrera, donde hicimos un alto para almorzar.

La vegetación que encontramos es de pino de Alepo (pinus halepensis) y una buena representación del matorral típico mediterráneo del sureste español con abundantes espartales (Stipa tenacíssima). El paisaje presenta abundantes y caprichosas formaciones rocosas, como la Buitrera. Continuamos por una senda que sale a la izquierda de la pista, bordeando la montaña, en fuerte ascenso hasta alcanzar el punto más alto de la ruta (1019 m.), donde están situadas unas antenas de comunicación. Lugar donde aprovechamos para realizar fotos del valle de Jumilla.

Descendemos por la pista de acceso a las antenas, para más adelante coger una senda que nos llevará hasta el monasterio de Santa Ana. En este trayecto hay un “sendero botánico” que nos muestra las especies más características de la zona. Finalmente, realizamos la visita al monasterio contemplando sus tesoros, como la imagen del Cristo Amarrado a la Columna, esculpida por Francisco Salzillo en el XVIII.

En el trascurso de esta jornada, 47 socios y amigos de Aviana recorrieron 10 km. por este singular paraje de Santa Ana en Jumilla, en un perfecto y cálido día otoño, que a todos nos dejó satisfechos.