Aviana en Bocairente en la Sierra de Mariola
- 7 octubre, 2019
- Comentarios
Una nueva temporada en Aviana. Nuestra primera ruta
La primera ruta, la primera conexión del grupo con la montaña. Volvemos a vernos después del verano. Viejos amigos y nuevos socios que se incorporan esta temporada. Una nueva ilusión y un viejo ambiente. El ambiente “Aviana”
En un día soleado y un poco caluroso de más para esta época del año, 66 socios de Aviana nos juntamos como es nuestra costumbre en los Salesianos a las 8 de la mañana para tomar el autobús con destino a Boicairente. Concretamente en la antigua estación del Chicharra, inicio y final de nuestra primera salida por la montaña.
Después de un corto trayecto por asfalto tomamos una senda que con una suave pendiente va zigzagueando por la ladera hasta subir a la cresta de la sierra. En el trayecto, breve parada en la ermita de San Jaime, desde donde se contemplan espectaculares vistas del casco histórico de la ciudad, para posteriormente alcanzar la fuente del Tejar.
Una vez arriba nos espera la inmensa llanura de la Mariola plena de bosque de pinos y encinas. En seguida llegamos a la ermita de Santa Barbara y la fuente del “Pla” donde se encuentra un viejo álamo que se resiste a morir. Buen lugar para recuperar fuerzas y hacer fotos.
Después del almuerzo nos dirigimos llaneando por pista y senda hasta una antigua masía abandonada, donde como hermanos, un gran cedro y un viejo ciprés parece que conversan. Breve parada, para a continuación llegar nuevamente a la cresta desde donde de repente se observa una vista completa de la Valleta que arropa a Alfafara y Agres. Desde aquí, senda frondosa, dominando las encinas y coscojas que en ligera pendiente va descendiendo hasta nuestro punto de partida. En este trayecto la última sorpresa: Una nueva masía, “La masía del cura Gregorio” hermosos e imponentes laureles, durillos, almeces, y agua, mucha agua. Un rincón que se queda en la retina.
En definitiva, una muy buena ruta para ir abriendo boca, en un día perfecto, comprobando que el “espíritu Aviana” sigue entre nosotros.
Mateo Hernández Mollá