Artesanía festera, un sector que agoniza

En marzo de 2020, cuando el gobierno de España decretó el Estado de Alarma y el confinamiento forzoso, los artesanos festeros estaban comenzando la nueva campaña. En el caso de la empresa de Ángela Jordán, Abassies, lo tenían todo preparado para las fiestas de Villafranqueza. En este momento la actividad cesó por completo y desde entonces los artesanos festeros no han podido reiniciar su trabajo.

Llevan casi dos años sin trabajar, sin ingresos pero haciendo frente a los gastos derivados de los alquileres de los locales donde desempeñaban su actividad, de las cuotas de autónomos, de la luz, de los préstamos que se hicieron antes de la pandemia. “Además, como el Estado de Alarma comenzó al inicio de la campaña 2020 muchas empresas ya habían comenzado a invertir en telas y adornos en previsión para los trajes de la nueva temporada. Un desembolso que todavía no se ha recuperado porque los trajes no se han podido alquilar”, comenta Ángela Jordán, presidenta de la Asociación de Artesanía Festera.

El sector siente que está en un limbo. Al no haber fiestas- porque la mayoría de ellas son incompatibles con las medidas de seguridad establecidas para frenar la propagación del virus como las distancias sociales o la limitación de aforos- no hay trabajo, pero tampoco han llegado las ayudas económicas prometidas ni pueden cerrar sus negocios. “Por un lado, si te dan una ayuda nos obligan a mantener la empresa abierta durante un año. Pero si decidimos cerrar también tenemos que pagar indemnizaciones, por lo que estamos sin ingresos pero los negocios nos cuestan dinero tanto si los mantenemos o si los cerramos definitivamente. Un dinero que ya no tenemos”, insiste Jordán.

A la falta de ingresos se suma la incertidumbre de cuándo se reanudará la actividad. Una decisión que no está en sus manos, sino que dependen de las autoridades. “Para la mayoría de las empresas la situación es agonizante. Sin trabajo y sin ingresos durante dos años, se ha tenido que echar mano de los ahorros pero estos se acaban. Nos sentimos abandonados porque las administraciones no han abordado planes específicos para salvar el sector de la artesanía festera ni ayudas directas. No se ha estudiado nuestra situación ni nuestras necesidades”, comenta la presidenta de la asociación.

En junio de 2020 cuando se acabó el confinamiento, las distintas empresas de artesanía festera de Villena comenzaron a reunirse con el fin de encontrar una solución a su problema. “Mantuvimos una reunión con el alcalde y también con los representantes de todos los grupos políticos del Ayuntamiento. Es cierto que desde el Ayuntamiento se nos ha incluido en un Plan de Ayudas y desde la Generalitat también. Sin embargo, pese a las promesas de la Diputación Provincial nos están dando largas porque en sus planes de ayudas establecen que debemos de justificar gastos realizados en 2020 cuando el año pasado, igual que este, la actividad está totalmente paralizada” explica Ángela Jordán.

Si a principios del próximo año la actividad festera no se reactiva la presidenta de la asociación teme que muchas empresas del sector desaparezcan, “y si desaparecen este sector no se recuperará ya que la mayoría son empresas familiares donde se ha ido trasmitiendo el oficio de padres a hijos, por lo que también se corre el riesgo de perderlo”.