Apuestan por la resiliencia para paliar los efectos psicológicos de la pandemia

Las consecuencias psicológicas derivadas de la covid-19 señalan que se convertirán en la cuarta ola de la pandemia. El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, el doctor Celso Arango indica que los trastornos depresivos podrían aumentar hasta un 20% en los próximos meses y años a causa de la pandemia y de las crisis social y económica que se prevén.
En Villena se estima que estos casos se podrían incrementar sobre un 10%. Lo que es evidente que la ansiedad y la depresión ha hecho mella en una parte de la población local y esto se ha visto reflejado en el aumento de las consultas a psicólogos tras la pérdida de un ser querido o del trabajo.
Por ello, los expertos recuerdan la importancia de poner en marcha programas de prevención, y por otro hacer un abordaje temprano de las enfermedades mentales.

Entre las estrategias que los expertos dan para superar esta situación, de forma general, destaca hacer ejercicio físico, comer sano, salir de casa para dar paseos, evitar la autocompasión, ponerse pequeños objetivos y realizar listas para ordenar los pensamientos y a ver las necesidades que se tienen en cada momento.
En los países donde hay una mayor inversión en salud mental hay una menor incidencia de patología mental, y además un ahorro económico, por lo que ante un aumento en la prevalencia de la depresión hay que seguir invirtiendo en salud mental y en que las personas puedan tener acceso a las terapias y tratamientos que pueden suponer una innovación.

Por otro lado, la directora de la Fundación Sanamente y psicóloga, Rosario Tomás, insiste en desde el organismo que dirige se está trabajando por fomentar la resiliencia para afrontar las consecuencias psicológicas de la pandemia, es decir trabajar la capacidad de adaptación de una persona frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
Tomás indica que en estos tiempo convulsos se pueden acometer unas pautas para fortalecer la resiliencia, como llevar a cabo un trabajo de introspección para conocer nuestras propias fortalezas y localizar las emociones negativas y poderlas transformarlas pensando en nuevas oportunidades.

“Es normal tener miedo al futuro ya que esta crisis traerá cambios, pero es importante pensar que estos no son siempre negativos y por tanto trabajar los aspectos positivos que podría traernos la nueva situación vital tras la pandemia. Asimismo, en estas circunstancias es necesario mantener la motivación con pequeños retos que mejorarán nuestra autoestima y potencian la resiliencia”; afirma la directora de la Fundación Sanamente, Rosario Tomás.

La crisis por la covid-19 es temporal, es evidente que pasará por lo que para salir reforzados de la misma hay que intentar no perder el optimismo ni sentido del humor, así como fomentar las relaciones sociales aunque sea de manera virtual.