APAEX reconoce más reticencias entre las mujeres a la hora de buscar ayuda para dejar el alcohol

APAEX (Asociación Provincial Alicantina de ex alcohólicos) de Villena reconoce que existen más reticencias entre las mujeres a la hora de buscar ayuda para dejar de consumir alcohol. El 15 de noviembre se celebra el Día Mundial Sin Alcohol y la entidad hace hincapié en que una de las características del alcoholismo femenino es su ocultismo.

El 8,8% de la población (más de 4 millones de personas) de España reconoce consumir alcohol diariamente, según un estudio del Ministerio de Sanidad de 2021. Sin embargo, se diagnostica anualmente al 7% de los hombres, pero solo al 4% de las mujeres.

María (nombre ficticio, ya que quiere mantener su anonimato) asiste semanalmente a las terapias de grupo de APAEX. Es de Villena y empezó a consumir alcohol los fines de semana con 15 años. El consumo se fue incrementando poco a poco, “aunque yo no veía el peligro, pensaba que era lo normal”. Reconoce que las personas de su entorno bebían frecuentemente, de ahí que fuera para ella algo habitual. No obstante, la enfermedad de sus padres le sobrepasó anímicamente y ello, unido a la ruptura con su marido, desencadenó un consumo diario de alcohol. Beber la liberaba del estrés, de la angustia, de las presiones.

Debido a su situación personal y laboral cayó en una depresión. Fue la psicóloga que le trataba la que le advirtió de que tenía un problema si consumía alcohol diariamente y le aconsejó que hablara con una amiga de su situación para que le ayudara. Así fue. Tras contarle sus problemas, esta amiga la puso en contacto con la UCA (Unidad de Conductas Adictivas). “Sin embargo, no conseguía dejar de beber, por lo que desde la UCA me propusieron que me acercara a APAEX, ya que las personas que mejor me podían entender son aquellas que han vivido lo mismo que yo”, indica María.
Asimismo, reconoce que acercarse a la asociación fue difícil. “Tenía miedo de que alguien me viera entrar en la asociación, que me reconociesen, pero había tocado fondo y sabía que era mi única esperanza”, señala.

María insiste en que una persona no puede dejar el alcohol sola. “Lo importante no es dejar de beber, sino mantenerte firme y no recaer. En la asociación estoy arropada, entienden mi problema y me han ayudado a superarlo”. Así, señala que la rehabilitación es un camino duro en el que ha tenido que cambiar sus hábitos de ocio, incluso su trabajo y algunas amistades. No obstante, el esfuerzo ha merecido la pena. “He dejado el alcohol y me han aparecido nuevas oportunidades laborales, ha mejorado mi salud y mi entorno. Mi consejo es que si una persona observa que el alcohol se ha convertido en una necesidad diaria, debe pedir ayuda”, subraya.

Desde hace décadas en APAEX Villena presta apoyo semanalmente a los enfermos alcohólicos que han decidido rehabilitarse en su sede situada en la avenida Constitución, 43 Entlo.