Actores por tradición
- 7 enero, 2013
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El día de Reyes Magos en Canyada se vive con una especial representación bíblica, que año tras año, hace que sus majestades de oriente entren en la pequeña población a lomos de camello. En esta ocasión, en una soleada mañana del día seis de enero en la que frío respecto a los actores y al público.
Con un libreto de “La Infancia de Jesú-Christo’, del clérigo malagueño Gaspar Fernández de Ávila, Canyadase convierte el seis de enero en belén. Es el auto sacramental más antiguo que se representa en España, pero también es un tesoro que guardan los habitantes del lugar y que traspasan de padres a hijos.
Durante toda la mañana, vecinos y visitantes transitaron por los diferentes escenarios creados en diversos puntos de una población, que a penas alcanza los mil trescientos censados. En ellos se escenifica desde la unión en el camino de los Reyes, la adoración en el portal de belén hasta la huida de la Sagrada Familia.
Todo comenzó ayer , cerca de las diez de la mañana, en el paraje local de “El Pinaret” un valle en el que confluyen las rutas de viaje de los tres reyes que vienen siguiendo a la estrella de belén. Y finalizó entrando los tres magos a la iglesia de espaldas mientras adoraban al niños Jesús en los brazos de su madre. Después de la eucaristía, los niños recogieron caramelos que tiraron los reyes mientras desaparecían y la familia de Jesús huía al Egipto.
Pero para que la representación sea una realidad, desde el mes de septiembre llevan los actores ensayando la obra. Unos actores que deben ser socios del Patronato de Reyes Magos, una asociación que cuenta en sus filas con más de la mitad de los vecinos de Canyada, y haber pedido en la asamblea, que se celebra en junio, representar un papel. Uno de los más solicitados es el de ángel, el único niño que recita algo de texto en la representación.
A la vuelta del verano, quienes a principios del año posterior serán los protagonistas de la obra deben conocer a la perfección su texto. Luego comienzan los ensayos, primero en el salón del Patronato para pasar más tarde, a pesar del intenso frío de algunas noches a ocupar los escenarios exteriores, algunos en la ladera del monte, otros en las calles del municipio.