100 años y medalla de oro a nuestra “laureada” Banda Municipal de Villena
- 21 diciembre, 2022
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No, no voy a repetir lo que se ha venido diciendo durante todo el año de nuestra Banda Municipal. En la celebración de su centenario –nada menos que un siglo de vida– ha tenido muchos y muy merecidos reconocimientos. Nuestra Banda nos emociona y nos hace vibrar en muchas ocasiones del año, pero puede que para muchos de nosotros el día 5 de septiembre sea el momento más emocionante, cuando escuchamos “La Entrada”. En mi caso, además, este año la Banda y mi hijo me han regalado unos instantes inolvidables, donde los sentimientos de emoción, orgullo y alegría se mezclaban a flor de piel, cuando llegaron a mi casa a recoger al educando. Momentos irrepetibles, sí; pero aquí estamos para hablar de plantas, y ¿qué tendrá que ver la Banda Municipal con las plantas? Pues ambas se unen por el hecho de que nuestra banda es “laureada”, palabra que deriva de una planta bien conocida: el laurel (Laurus nobilis L.).
Esta planta, le da nombre a a la familia Lauráceas. Se trata de un arbolillo de unos 5-10 m, con troncos rectos y lisos, de ramas erectas y flexibles, rico en esencias que le dan un olor característico. Sus hojas son perennes, lanceoladas, agudas y coriáceas (algo endurecidas), de borde entero y nervio central muy marcado, están provistas de un peciolo corto y erguido. Son plantas dioicas, con individuos que sólo producen flores masculinas y otros con sólo flores femeninas; dichas flores se sitúan agrupadas en las axilas foliares y son poco vistosas. El fruto es una baya semejante a una aceituna, pero más puntiaguda, rica en aceites grasos, comestible (aunque no muy apreciada), de color negruzco y con una sola semilla lisa. El laurel es originario de la Región Mediterránea, donde crece en barrancos y laderas umbrosas y húmedas, en zonas poco elevadas y no muy frías; pero se cultiva profusamente en buena parte del mundo como ornamental y para distintos usos. En Villena, no hay comunidades de laurel autóctonas, aunque sí que lo podemos encontrar plantado en algunas localizaciones; en cambio, en la Comunidad Valenciana, algunos autores dan por autóctonos unos bosquetes situados en algunos barrancos cerca de Alzira, aunque por las sierras costeras y lluviosas del norte de nuestra provincia está muy naturalizado. En realidad, esta planta nos recuerda el aspecto que tuvieron los bosques templados que se extendían desde los archipiélagos atlánticos hasta el Caspio durante el Terciario y de los que hoy quedan buenos fragmentos relictos principalmente en Canarias, en el bosque conocido como “laurisilva” haciendo referencia a las hojas del laurel canario (Laurus novocanariensis Rivas Mart. et al. = Laurus azorica auct., non (Seub.) Franco).
Sus hojas, ricas en esencias, se utilizan desde antiguo para dar sabor a todo tipo de guisos, y sus frutos se consumen como guarnición en asados de carne (sobre todo en el sur de Italia). Sin embargo, abusar de ambos puede resultar muy tóxico, ya que poseen componentes que generan cianuro en pequeñas cantidades. El laurel es una planta que tiene muchos beneficios y a la que se le atribuyen también poderes mágicos, no en vano es una planta blanca, de la que algún día hablaremos en ese sentido. Nuestra tradición cultural greco-romana consagró algunos usos simbólicos del laurel. Los romanos asociaron las ramas de laurel al polifacético Apolo (dios de la luz, el Sol, la verdad, la profecía, la medicina, la curación…) y las coronas de laurel se entregaban como reconocimiento a la victoria y el éxito. Los emperadores en Roma eran coronados con laureles dorados; se premiaba también con laureles a los atletas y a los generales victoriosos. De hecho, su nombre científico recoge esa tradición: nobilis significa “persona famosa, que es reconocida”. En nuestras lenguas romances aún hoy usamos términos como “laureado” o “bachiller” (de bacca-laureatus), que mantienen su significado original.
De esta manera nuestra Banda Municipal ha recibido los “laureles”, no sólo por ser importante en el corazón de los villeneros, sino, además, por estar reconocida en el ámbito musical como una gran banda. ¡Felicidades y a por el siguiente siglo!