Nueva etapa
- 24 junio, 2022
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El Partido Popular de Villena ha renovado este mes sus órganos de dirección: la presidencia y el resto de integrantes de la Ejecutiva local; un grupo formado por 23 personas enfocado en hacer del Partido Popular una herramienta útil para nuestros vecinos, capaz de articular un proyecto que ofrezca a nuestra ciudad el cambio que necesita, bajo la dirección de Pepe Hernández. Un proyecto alejado de cortoplacismo e improvisación, sino que sea fruto del análisis riguroso de la situación de Villena en base al cual proponer las medidas más adecuadas para su mejora, proponiendo un proyecto de futuro y a largo plazo, no un proyecto con una visión cortoplacista de cara a las próximas elecciones.
Y para este cometido, la nueva sede -ubicada en la calle Teniente Hernández Menor, 19- se erige como un elemento central en la construcción de este proyecto. Un espacio de trabajo, análisis, debate y encuentro de toda la sociedad villenera que encontrará en ella las puertas abiertas, sin mirar afiliaciones políticas sino el único propósito de hablar de nuestra ciudad y analizar qué podemos hacer por mejorar su situación y competitividad entre todos.
Y frente a este proyecto tenemos el balance de los últimos 11 años. Tiempo ha habido para demostrar qué querían de nuestra ciudad, y no solo ello, sino para aplicarlo. Pero el resultado, lejos de haber aplicado un modelo de ciudad, ha sido la ausencia absoluta de gestión. Quizá una de las principales evidencias de ello, indirectamente, la podamos encontrar en las publicaciones que están empezando a realizar desde el Equipo de Gobierno en las que “enumeran” los “logros” de esta legislatura. Y entre ellos, además de citar las obras del edificio consistorial -que llevan varios años de retraso- o las de la Avenida de la Constitución -que ya deberían estar finalizando, y todavía no han comenzado- se destaca el desbloqueo de proyectos de Conservatorio o Casa de la Cultura.
No se sabe muy bien qué los bloqueaba, quizá ellos mismos porque con el caso del conservatorio llevamos 11 años pidiendo su continuación y el año pasado -sin ir más lejos, se incluyó una partida para su realización en los presupuestos a petición nuestra-, pero lo que sí sabemos es que lo único que han presentado son unos anteproyectos, que no pasan de ser la intención de lo que se pretende hacer ahí.
Si esto se hubiese realizado en la primera etapa habrían demostrado su intención de hacerlo realidad, pero que lo hagan 11 años después de estar en el gobierno municipal, y casualmente llegando a elecciones, suena más a propaganda electoral que a una voluntad real.
Porque como ya hemos referido en muchas ocasiones en las letras de este periódico, “obras son amores, que no buenas razones”. Por muchas promesas que ahora trasladen públicamente, han tenido demasiado tiempo para realizar las actuaciones que ahora prometerán.
Dentro de un año Villena elegirá de nuevo qué futuro quiere; decidirá entre propaganda y gestión. ¿Habrán sido suficientes 12 años para darnos cuenta de que Villena necesita un cambio?