La identidad fascista de Celia Lledó

La Alcaldesa de Villena, con otra muestra de su, por desgracia, ya tan habitual política dictatorial, fascista y excluyente, volvió a hacer de la institución que mal representa  “su reino de Taifas particular”, manipulando tanto al sistema como a los ciudadanos de Villena en su propio beneficio.

Recordemos que la apertura de la calle Luciano López Ferrer los días laborables y su cierre los fines de semana y en momentos puntuales que así se requiera, fue aprobada en sesión plenaria por la mayoría de los miembros de la corporación y que esta apertura venía avalada por la firma de más de 1.500 ciudadanos y ciudadanas de esta zona, que solicitaban a la alcaldesa que se procediese a la apertura de esta calle tras su rehabilitación para facilitar el tránsito de vehículos por ese lugar. 

Este acuerdo debería haberse cumplido, como tantos otros que “duermen” en el cajón de alcaldía,  por imperativo de la corporación y por petición vecinal, pero la primera edil sigue “mareando la perdiz”  buscando estratagemas que demoren esta actuación. Prueba de ello es que Celia Lledó convocó una reunión para la noche del martes 14 de septiembre con la intención de hacer cambiar de opinión a los vecinos en una “pantomima” de consenso que debió lograrse hace meses.

Reunión a la que se convocó a los dos grupos municipales de la oposición, a los técnicos responsables del proyecto y algunos representantes de los vecinos,  dejando fuera a los cinco concejales no adscritos que, muy a pesar de la Alcaldesa de Villena, “seguimos siendo representantes de los ciudadanos y por tanto tenemos que defender sus intereses donde corresponda”.

Pero la verdadera sorpresa llegó cuando, al intentar acceder a la reunión en compañía de otros concejales del consistorio, la Alcaldesa, iracunda y fuera de sí, nos increpó perdiendo nuevamente los papeles y mostrando tanto su escaso talante democrático como su carácter totalitarista e infantil al desconvocar la reunión ante nuestra negativa a marcharnos. Ni siquiera los apoyos de los allí presentes, que respaldaron nuestra presencia en dicha reunión, aplacaron la ira de la Alcaldesa, que sigue tratando el Ayuntamiento y, por ende, a la ciudad de Villena, como su propio cortijo, imponiendo sus deseos y sus intereses personales por encima del beneficio de los villenenses.

Los ediles no adscritos seguimos exigiendo que la Alcaldesa de Villena cumpla los acuerdos que el pleno acuerda por mayoría. Además, le pedimos que de una vez por todas deje de mentir escudándose en un pacto anti transfuguismo que no es aplicable a la situación de nuestro ayuntamiento, cuando lo verdaderamente importante y alarmante es su propia incapacidad para gestionar un grupo humano y una ciudad.

 “Señoras y Señores del equipo de gobierno, no se inventen las leyes, la única ley que está en vigor es la que dice que los concejales no adscritos como cualquier otro componente de la corporación somos legítimos representantes de la ciudadanía, teniendo tanto el derecho como la obligación de trabajar en beneficio de nuestra ciudad. Y así lo estamos haciendo”.