Reciclar en Fiestas
- 2 septiembre, 2010
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31 de Agosto, 9 de la noche. Una anciana sale de su casa en el Paseo Chapí con su carro de la compra. Se dirige a tirar la basura en los contenedores: “no entiendo como no los pusieron bajo tierra y todos juntos cuando hicieron las obras del Paseo” -dice en voz alta- mientras deposita la basura orgánica en el primer contenedor situado en el inicio del Paseo; después continúa caminando en busca del contenedor de los envases que se encuentra al volver la manzana, en la calle Luciano López Ferrer “menos mal que se me ocurrió lo del carrito que si no” -piensa la anciana-, pero al llegar al lugar donde esquina arriba o esquina abajo se encontraba el citado contenedor, la pobre señora observa con extrañeza que el contenedor de los envases ha desaparecido “¿dónde se lo habrán llevado?” -dice contrariada- y una joven señora que la oye le responde: “se lo habrán llevado ya. En fiestas, muchos se los llevan a las afueras del pueblo. No sé si será para que no huelan, o para que no molesten” “será para que no molesten, porque a los olores ya nos hemos acostumbrado. Y luego querrán que reciclemos -añadió la anciana, en fiestas que es cuando más basura se hace se llevan los contenedores más lejos. Yo ya no ando más: me vuelvo, la voy a dejar en el primero”. “Demasiado hace usted, señora, SI QUIEREN QUE RECICLEMOS QUE NOS DEN MÁS FACILIDADES”.