Pedro Marco

“Nuestras vidas son los ríos 

que van a dar en la mar, 

que es el morir”

En estos versos de Jorge Manrique se inspiró Pedro Marco para la obra que se exhibe en la entrada del Tanatorio San José de Villena. Esto nos contaba mi madre a Pepe Marco y su mujer, Ana, a Jesús Tortosa y a mí, durante el velatorio de Pedro. En otra ocasión, delante de ese mismo cuadro, Pedro se lo contó a mi madre. Es una metáfora de la vida. Desde el nacimiento el camino dibuja un sinfín de circunstancias, etapas en las que el discurrir del río es apacible o bravo, caudaloso o más discreto.Y tras ese discurrir imprevisible, la mar. La mar de Tabarca, “su mar”.

En Villena, “su tierra”, deja una huella imborrable. Muchos teníamos verdadera admiración, por su obra y por su persona. Ha sido un genio y una inspiración para muchos. 

Las veces que me abrió las puertas de su casa en El Rabal, en pleno corazón de Villena, donde siempre me recibía junto a su mujer, Leo, me mostraba los proyectos en los que estaba trabajando, que no eran pocos. Por lo que todavía tenía mucho arte que ofrecer y muchos trazos que realizar. 

No nos deja, su enorme legado es inmortal. Ha entregando una pequeña parte de él con cada obra que ha realizado. Pedro Marco siempre estará presente allí donde haya una parte de su obra, dibujo, pintura o diseño. Pero sobretodo, Pedro Marco estará presente en el recuerdo y en el corazón de todos aquellos que han podido compartir su amistad, en los que dejado su impronta marcada con letras de oro. 

Con su marcha sólo se completa su viaje a la inmortalidad. Una parte de él ya estaba allí con su obra celestial.